Marcelo Hidalgo Sola invita hoy a un paseo en moto para disfrutar del arte lúdico y lúcido del gran artista argentino, Antonio Berni. Una vuelta con stop, café y experiencia inmersiva en el Museo Nacional de Bellas Artes, un sitio que guarda algunas de las obras más notables del pintor que retrató con más originalidad el paisaje de las orillas y la marginalidad. 

Antonio Berni siempre es un excelente refugio ante los embates de la realidad. Un artista que ha explorado los desechos mismos de los elementos para recrear en sus cuadros, la vida en las orillas de la vida . Sus personajes marginales icónicos, como Juanito Laguna, un niño pobre que juega y sueña con un futuro en las orillas aceitadas del Río de la Plata y Ramona Montiel una mujer que se gana la vida en la noche de Buenos Aires hoy, lucen su estampa entre un sin fin de latas sucias, trapos, plásticos y cartones en el Museo Nacional de Bellas Artes. Sin dudas, una obra que actualiza la lectura de un presente que sigue siendo actual y que es a la vez una invitación clara y urgente a la reflexión.

Entre la galería de personajes que alberga el Bellas Artes, Juanito Laguna y Ramona Montiel, son dos platos ‘fuertes’ que no esconden ni posan ante el público visitante y muestran a todos sin disimulo , cómo se vive en el arrabal y la miseria . Juanito y Ramona juntos, forman parte de una saga – la de la pobreza en la ciudad y más allá- que teje y desteje la vida cotidiana en las orillas y que, ante los desafíos que el escenario de la nada aparente, puede brindarle, ellos la pueblan de creatividad y sueños de futuro. Ramona Montiel, según se “lee”en los cuadros de Berni, planea enamorarse y salir- explica Marcelo Hidalgo Sola- de su vida pobre y trasnochada. A Juanito, le encantan los aviones y quizás, el día de mañana pueda volar alto sobre el Río de la Plata y ver cosas nuevas desde nuevas alturas.

De las obras de Antonio Berni en Bellas Artes se destaca una de título largo “La pesadilla de los injustos o la conspiración del mundo de Juanito Laguna trastorna el sueño de los injustos”. Esta pintura fue incorporada al patrimonio del Bellas Artes en el año 2009 cuando la hija del pintor se la vendió al Museo. Su lectura , se puede completar como un guiño de actualidad y sentido, con otra obra que también se exhibe en el Museo y que lleva el nombre “Juanito Laguna aprende a leer”. 

En ambas obras se ve a Juanito, el personaje principal, en escenas de su vida cotidiana de niño pobre. En sus juegos por ejemplo, Berni muestra a un Juanito que se las rebusca para jugar como los otros niños con aviones de plástico ensamblados hechos de materiales precarios que en la obra se recrean mediante el uso de técnica del ‘collage’. Así, un avión jet y un barrilete de cartón colorido levantan vuelo de la mano de Juanito sobre las orillas contaminadas del Riachuelo,en el que se pueden ver latas “de verdad” y botellas de plástico navegando junto a los sueños de Juanito. 

Berni y su apuesta por la educación para un futuro posible

Sin embargo,esta mirada que se desgrana de la obra de Antonio Berni y que nos muestra el escenario real de mundo cotidiano de Juanito , lejos de ser pesimista, nos regala un contrapunto positivo con una lectura en donde la pobreza da paso a la creatividad y a la búsqueda de la felicidad ahí donde parece imposible. Su obra ,es también una carta de esperanza y una apuesta al futuro que en el cuadro “Juanito Laguna aprende a leer” adquiere pleno sentido y se abre como fruta madura,

Berni, delinea en Juanito y en su cuadro en donde lo retrata como un escolar más, su mirada acerca de dónde está la clave de la antigua y siempre nueva llave del avance y del progreso social : la escuela. En la obra “Juanito aprendiendo a leer” el pintor combina su potencial de sentido narrativo uniendola a la otra obra que se puede apreciar en el Museo : “La pesadilla de los injustos”. En esta última , que es un díptico monumental de gran impacto visual , se aprecia un despliegue de monstruos colosales que avanzan sobre una caravana de pobres que, en un simple acto de aprendizaje como es la lectura, parecieran emerger con una impronta nueva que deja entrever la dignidad y una nueva fuerza social y cultural. 

Los cuadros de Berni en el Bellas Artes deben ser leídos en clave Berni. Un pintor que fue también, un hijo pobre de la Argentina y que desde las orillas, fue un hacedor de su propio destino. Sus padres fueron un sastre italiano y una hija de inmigrantes que supieron dar alas a los sueños de su hijo, cuando en los primeros vislumbres de su gran talento a los 9 años, lo condujeron al taller de pintura de un artesano catalán de nombre Buxadera . Este hombre lo incorporó a su taller en la categoría de aprendiz. Luego el tiempo , la educación y el talento hicieron el resto.