Un paseo en moto para conocer la infancia y la poesía de María Elena Walsh


Marcelo Hidalgo Sola nos invita a conocer la Casa Museo María Elena Walsh. Un espacio dedicado al arte, la poesía y a la difusión de las obras de esta maravillosa artista argentina. La Casa Museo ubicada en la ciudad de Morón, fue el lugar donde vivió la escritora junto a su familia en los primeros años de su niñez y hoy se enorgullece de guardar su legado. 

 

 

La casa familiar de la familia Walsh , ubicada en la ciudad de Morón en el corazón del conurbano bonaerense, es hoy una espléndida Casa Museo. Ubicada sobre la calle Tres de Febrero 547, la vivienda fue el lugar donde la escritora y poeta María Elena Walsh, vivió los primeros años de su infancia junto a sus hermanos y sus padres.

En la actualidad, la casa luce completamente restaurada y se ha convertido en un espacio cultural y recreativo que espera recibir la visita de muchos niños y adultos para dar a conocer el universo de personajes entrañables que poblaron la vida infantil y luego, la vastísima obra de Maria Elena. Sus canciones ,poemas, cuentos y libros se gestaron precisamente en este lugar, entre el patio, el comedor y el naranjo que se puede apreciar en el fondo de la vivienda. 

El tiempo de esos primeros juegos, en los que María Elena contó que fue completamente libre para experimentar el mundo, transcurrieron en el perímetro de esta casa del partido de Morón, hasta que en el año 1943, sus padres Enrique y Lucia Walsh , tomaron la decisión de mudarse a un departamento en la localidad de Ramos Mejía. 

Una Casa Museo para custodiar un mundo de ensueños

 

En mayo de 2021 se realizó la compra de la casa con fondos otorgados por el Ministerio de Cultura de la Nación y fue incorporada al patrimonio del Estado- cuenta Marcelo Hidalgo Sola- .Así nació la Casa Museo MEW, con el fin de convertirse un espacio interactivo para recrear los mojones significativos de la vida y la obra de Maria Elena . El recorrido a lo largo de la Casa fue pensado como una actividad recreativa e interactiva en la que todos los visitantes están llamados a ser protagonistas de su propio itinerario por el lugar. La visita guiada fue ideada a partir de técnicas orientadas a facilitar la interrelación activa entre el/la visitante y todos los espacios de la Casa, a fin de que todos los sentidos puedan ser puestos en acción y estimulados con las diferentes propuestas que abarcan todas las dimensiones de la persona: su aspecto físicos, mental y emocional son puestos en interacción lúdica , dinámica y emotiva.

El fascinante mundo de María Elena Walsh

 

María Elena Walsh nació en el verano de 1930 y pasó a la inmortalidad en enero de 2011. Laureada principalmente por sus obras de literatura infantil, iniciaba su producción de poesías a muy temprana edad, cuando contaba tan sólo con 17 años .El poemario Otoño Imperdonable, le valió el reconocimiento de importantes escritores e intelectuales,entre ellos,Juan Ramón Jiménez y Pablo Neruda, ambos galardonados con el Nobel de literatura. 

A los 21 años partió , junto a la folklorista Leda Valladares, rumbo a la capital del mundo de la literatura, París. Allí, difundieron el folklore de tradición oral con muy buena acogida del público, grabando varios discos o LP ‘s que presentaron en una extensa gira a su regreso a la Argentina .

Por aquella misma época comienza a escribir para los más chicos y graba, junto a Valladares, el disco titulado Canciones para Mirar (1960), donde por primera vez sonaron canciones que hoy son parte de la raíz cultural argentina como las archi-famosas El Reino del Revés, y Doña Disparate y Bambuco, que dieron vida a Manuelita, la tortuga.

Una vasta obra, una producción incansable

 

María Elena también incursionó como guionista de televisión en ciclos infantiles, incluso ganando una estatuilla en los premios Martin Fierro. 

En 1965 publicó su poemario Hecho a mano, dirigido al público adulto y tres años más tarde el aclamado espectáculo “Juguemos en el mundo” dirigido al público adulto y que influiría de modo decisivo en la nueva canción popular argentina. Tomando según la inspiración le dictara, elementos del folklore, el jazz , el tango y el rock compuso letras de alto contenido social. El espectáculo teatral “Juguemos en el mundo” fue acompañado de un disco y en el año 1971 María Herminia Avellaneda dirigió la versión para cine.

En 1978 abandonó temporalmente las presentaciones teatrales acosada por la censura militar. Por esos años publicó crónicas de viajes por Europa y América junto a la fotógrafa Sara Facio, su compañera de vida.

La vuelta al país en el resurgir de la democracia

 

En 1981 enfermó de cáncer, pero en 1983 , la vuelta de la democracia la encontró recuperada y pudo participar en numerosos proyectos artístico-políticos , siendo esencial su contribución en la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC).

En 1991 hasta 2008 , siguió publicando sus libros infantiles pero el último, Fantasmas, lo escribió a modo de despedida. Allí, en esta obra de auto ficción, María Elena plasmó con absoluta sinceridad y apertura ,sus miedos, anhelos y secretos , sin dejar de lado su característico estilo cargado de humor, ironía, sentido del juego y franqueza. Todos, aspectos esenciales de su ser, que serían el otro legado de la querida e inigualable María Elena quiso regalarle al mundo. 

 

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