Marcelo Hidalgo Sola

Marcelo Hidalgo Sola : paseo en moto para disfrutar la obra de Berni


El Museo Nacional de Bellas Artes posee obras de un artista argentino cuya obra hoy vuelve a cuestionar con fuerza la realidad de la creciente pobreza y marginación. Antonio Berni, invita a repensar el presente para buscar soluciones posibles y una vida digna para todos. 

Muchas veces,la realidad invade nuestra vida y nos preguntamos si el arte puede ser una vía de escape ante escenarios complejos . Por ello, subirse a la moto y ponerse en camino hacia el Museo Nacional de Bellas Artes , puede ser un buen itinerario para combatir uno de los males de época : el desaliento ante el futuro por la creciente pobreza y el destino preocupante de un país tan bello y grande como la Argentina.

Hoy, ante los escenarios de nuevas pobrezas en todos los órdenes, contemplar la obra de este gran artista rosarino, nacido en 1905, es poder buscar inspiración ante lo difícil y marginal , y buscar maneras de responder de modo nuevo y creativo al futuro.

Entre la galería de personajes que alberga el Bellas Artes, aquí se pueden conocer algunos de los más entrañables, como Juanito Laguna y Ramona Montiel, dos platos ‘fuertes’ que no esconden ni posan ante el público y muestran el arrabal y la miseria sin disimulo. 

Personajes que constituyen un ícono del arte argentino: Juanito Laguna y Ramona Montiel

Juanito Laguna, es ese niño pobre que sueña con un futuro a la orilla del Riachuelo y Ramona Montiel, una mujer que se gana la vida en las calles y sueña con un amor de verdad. Juntos, forman parte de una saga que teje y desteje la vida en las orillas y la pueblan de creatividad y sueños de futuro. 

De las obras de Antonio Berni en Bellas Artes -explica Marcelo Hidalgo Sola- podemos destacar “La pesadilla de los injustos o la conspiración del mundo de Juanito Laguna trastorna el sueño de los injustos” ; una obra que fuera incorporada al patrimonio del Bellas Artes en 2009 . Esta pintura fue adquirida de manos de la hija del pintor quien se la vendió al Museo, y su lectura , se puede completar cual guiño de actualidad, a otra que también se exhibe en el Museo de nombre “Juanito Laguna aprende a leer”. 

En ambas obras se mezcla el personaje principal , Juanito, junto a los elementos que hacen a su cotidianeidad de niño de las orillas hechos de materiales precarios y ensamblados a la obra mediante la técnica del ‘collage’. Así, un barrilete de cartón colorido levanta vuelo en las orillas opacas y contaminadas del Riachuelo,en el que se pueden ver latas y botellas de plástico navegando junto a los sueños de Juanito. 

 

La obra de Berni apuesta a la educación de cara a un futuro posible

Sin embargo, Antonio Berni, lejos de ser pesimista, nos regala con su obra una carta de esperanza y renovadas ganas de recomenzar la lucha para ver una Patria puesta de pie. En “Juanito Laguna aprende a leer” está la clave de la antigua y nueva revolución. Berni sabía que muchas personas de bien serían inspiradas por sus cuadros en momentos difíciles y que en la política estaba la clave del cambio. “Juanito aprendiendo a leer” combina su potencial de sentido con su obra pintura “La pesadilla de los injustos”. En esta obra, que es un díptico monumental, se aprecia un despliegue de monstruos colosales que representan a los que se enojan y tiemblan ante el avance de los humildes que, que en un simple acto de aprendizaje,como es el de la lectura, simbolizan su poder y potencial único de fuerza social y cultural. 

Berni, fue un hacedor de su destino, también, desde las orillas. Hijo de un matrimonio entre un sastre italiano y una hija de inmigrantes, a los 9 años se pone a las órdenes de un artesano catalán de nombre Buxadera quien lo incorpora en su taller en la categoría de aprendiz. A la par, el pequeño Antonio , comenzó también estudios de arte en el Centre Catalá de Rosario.

En 1925 gana una beca para viajar a España y al año siguiente, realiza su primera exposición en el Salón de Madrid, dónde recibe los elogios de la crítica especializada. Berni cumplió el sueño de viajar a París, la indiscutida capital de las artes, donde se nutrió y continuó su formación con los maestros André Lhote y Othon Frieszy .

Un artista en continua formación y despliegue creativo

Tras un breve regreso a Rosario, gestionó una nueva beca que le permitió regresar a París y realizar, en 1928, una exposición de sus obras más representativas en la prestigiosa Galería Nancy de la ciudad de Madrid. En aquel año trabará amistad con dos de los máximos exponentes del movimiento surrealista, Louis Aragón , el poeta André Bretón y conocerá al pensador marxista Henrí Lefebvre, que imprimirán en él un fuerte estilo estético y le darán una aguda conciencia social. Poseedor de un espíritu de búsqueda constante, continuó su formación artística incorporando la técnica del grabado de la mano del maestro Max Jacob, mientras admiraba la obra de Giorgio di Chirico y René Magritte

Luego de acontecido el golpe de 1930, Berni regresa a la Argentina y sus ojos contemplan la miseria y la opresión de la “década infame”. Todo el bagaje artístico ideológico que trajo de Europa , aquí se dió de lleno con el paredón de la censura, la desocupación, y la estrepitosa concentración de la riqueza en medio de la desolación y el hambre . En 1934 exhibirá sus extraordinarias obras nacidas de este dolor social :Manifestación y Desocupación, dos cuadros que son verdaderos manifiestos artísticos y políticos.

La luz creativa de Antonio Berni se apagó en octubre de 1981 dejando para la posteridad una obra extraordinaria, original y testimonial, de una calidad exquisita y una sensibilidad infinita. Sin lugar a dudas, sus cuadros son todos, y cada uno de ellos, un agudo llamado a todos los habitantes de buena voluntad con injerencia en la política para que intercedan por aquellos cuya educación puede darle una vuelta de tuerca a las urgentes realidades sociales que vive Latinoamérica hoy.