Marcelo Hidalgo Sola  estaciona la  moto en el Museo Nacional de Bellas Artes para contemplar la obra fotográfica  que compone  el libro  Amazonia del prestigioso fotógrafo brasilero. Allí, cuadro a cuadro , foto a foto,  recorreremos una particular travesía al interior de la Madre Tierra .Fotos, documentos y reflexiones autobiográficas se esconden tras cada toma única de su afamada cámara.

 Sebatián Salgado despegó en Buenos Aires una selva fotográfica frondosa. Cada toma que compone su último trabajo “Amazonía” cuenta una historia. También pone de relieve uno de los más grandes aprendizajes de su hacer como fotógrafo ,como camuflarse, ser sigiloso como un búho o imitar el paso de la fauna del Amazonas. Destrezas únicas que van de la mano con el arte de cada cuadro -fotografía que se expone aquí. 

Sin dudas, un particular derroche de talento que  perfeccionó desde la publicación de su   autobiografía  De mi tierra (2014),  en donde Salgado  cuenta su paso por las Islas Galápagos en un despliegue fotográfico único como única es la rica biodiversidad de Colombia.  Allí, con paciencia infinita y la mirada aguda para los detalles, logró imágenes sorprendentes  de la fauna nativa.

Así, como antes de tomar fotos de personas a lo largo y ancho del globo  Salgado entabla una relación con ellos para no violentar su  mundo y  privacidad , lo mismo hizo cuando caminó en cuatro patas junto a un reptil para tomar las mejores fotos de las monumentales tortugas milenarias y pasar lo más desapercibido posible. Su lema es  “la empatía como primer paso”. 

Similar recorrido hizo junto a su mujer Leila Wanik Salgado, y un  equipo que contó desde varios asistentes hasta médicos y cocineros amén de traductores varios, al momento de internarse en el Amazonas varias veces  durante seis años, con el fin de capturar la inigualable belleza de la región- explica Marcelo Hidalgo Sola-  el bosque, los ríos, las montañas y sus habitantes para  congelar en blanco y negro escenas del “laboratorio natural más grande del mundo”. 

Fotografías :  una particular manera de viajar a un mundo único 

El resultado se corrobora en el flamante logro Amazonia, una hazaña fotográfica que hoy puebla las salas del Bellas Artes y  que captura esta odisea al pulmón del planeta , cuya primera edición se publicara en  español en 2021.  Hasta el día de hoy, la muestra itinerante del libro ha recorrido las más importantes capitales del mundo desde París, Manchester, Roma, San Pablo, Río de Janeiro y muchas otras, hasta llegar al Bellas Artes en Ciudad de Buenos Aires 

Las fotos que cuelgan en las paredes , realizan una particular registro de la vida cotidiana de una de las tribus más visitadas por Salgado en el Amazonas :  los yanomamis. Un pueblo originario cuya población fue diezmada a 40.000 personas, luego de haber sido perseguida sin tregua  tras la llegada de los buscadores de oro a su territorio . Desde hace 1.000 años, representantes de esta etnia viven alrededor de la cordillera más alta de Brasil. También habitan territorio venezolano. En total, tienen presencia en casi 10.000 millones de hectáreas. La tribu, cuya cultura chamánica se mantiene intacta, se subdivide en seis grupos lingüísticos, y la cuestión de entenderse al interior de la etnia, se complejiza a pesar de compartir las mismas raíces, ya que cada grupo desarrolla su propio universo al interior de su clan familiar amplio.

En la muestra-documento Amazonia, también vemos retratada a  otra etnia, la de los yawanawás. Un caso muy particular de supervivencia, ya que en 1970 su población se había reducido sólo a 120 personas, que habían sobrevivido luego de ser esclavizadas por lo explotadores del caucho, y que fueron “reeducados” por los pastores evangelistas que llegaron hasta el interior de su territorio.  La muestra refleja el gran daño que sufrieron estos pobladores nativos , ya que muchos de ellos que apenas lograron sobrevivir y luego de este capítulo, cayeron arruinados por el alcohol que los turistas les proveyeron en sus asiduos contactos.

La vida del autor  y sus transformaciones

Antes de llegar a finalizar la odisea al interior del Amazonas, Salgado cuenta su propia historia de supervivencia en la selva. Algunas de las fotos son autorretratos en donde se lo ve mal herido: sufrió un desgarro de meñisco y uno de sus ojos  resultó  herido. Finalmente, las peripecias del equipo terminaron con un final feliz.  Todos pudieron regresar en buenas condiciones de salud del Amazonas luego de seis años de trabajo y de viajes intermitentes al interior de  la selva. 

Salgado, cuenta en los textos que acompañan las fotografías, muchas reflexiones personales y sus aprendizajes de cada momento atravesado en el corazón del Amazonas. Vale la pena estacionar la moto y recorrer con tiempo esta particular muestra de un talentoso de la cámara que  según sus palabra “Conoció el Edén y sobrevivió para contarlo”.