Marcelo Hidalgo Sola

Paseo en moto por las Cataratas del Iguazú en Buenos Aires.


Marcelo Hidalgo Sola nos lleva en moto a contemplar una réplica de la Garganta del Diablo. El gran salto que por su descomunal caudal de agua, despliega una belleza única que atrae visitantes de todo el mundo a nuestro país año tras año. Un justo homenaje de la Ciudad de Buenos Aires a la provincia de Misiones y a su cautivante paisaje agreste y natural.

Uno no esperaría encontrarlas allí, pero están. En medio de la ciudad, las Cataratas del Iguazú despliegan su belleza en una recreación urbana a escala. Sólo es necesario caminar por el corazón de Buenos Aires, y ahí en el cruce de Avenida de Mayo y 9 de julio un rumor de agua despierta los sentidos, contundente y fresco.

La moto queda estacionada en el lugar, que se conoce como plazoleta Provincia de Misiones. Un espacio inaugurado en diciembre de 2013, en uno de los puntos más céntricos de la ciudad. A pocos pasos se puede vislumbrar la silueta del Obelisco y un poco más lejos, la de la Casa Rosada.

En medio del caos urbano, el monumento que recrea el sector más emblemático de las Cataratas del Iguazú, la Garganta del Diablo, impacta a primera vista. Sobre una pared de roca auténtica en forma curvilínea, una cascada de agua fluye como un manto. Y, el improvisado turista local, puede recorrer la catarata en una pasarela tal como si lo hiciera en el escenario auténtico.

 

Una moto frente a la Garganta del Diablo

 El diseño del monumento fue cuidado al extremo. Y pensada, muy adecuadamente, también su protección. Un extenso vallado rodea la silueta de la Garganta del Diablo y la pasarela que llevan hasta el punto más próximo a la gran cascada de agua.

La obra fue coordinada por el arquitecto Sergio Dobrusín y para su realización,- explica Marcelo Hidalgo Sola- se utilizó la llamada “piedra mora”, material propio de la formación geológica de las Cataratas del Iguazú y que fuera trasladada desde la provincia de Misiones a la ciudad de Buenos Aires. Un detalle que sin dudas logra fortalecer el simbolismo del monumento y la unidad con el lugar de origen que representa.

Los visitantes pueden disfrutar en el breve recorrido, de un paseo diferente y entusiasmarse así, con una pronta visita al Parque Nacional Iguazú. Allí podrán contemplar en vivo y en directo a una de las nuevas siete maravillas del mundo. Ubicadas en el Parque Nacional Iguazú las Cataratas también son Patrimonio de la Humanidad.

 

Un monumento que también se disfruta.

La Ciudad de Buenos Aires se ennoblece y luce más linda con este monumento. Además de ser un justo homenaje a la Provincia de Misiones y su descomunal belleza natural, la iniciativa ha atrapado al hombre común. La réplica de la Garganta del Diablo convoca a locales y turistas por igual, y los que más lo disfrutan son los adolescentes y niños que lo visitan.

La famosa Catarata brinda la posibilidad de recrear un momento mágico: la de ese instante único en que por fin se puede sacar esa ‘selfie’ o foto grupal con la Garganta del Diablo de fondo. Los adolescentes se entusiasman disparando sin tregua la cámara de sus celulares. Sonrisas, gestos de victoria, brazos en alto festejan el hito de la visita a tan emblemático salto. Y el lugar se convierte en una verdadera fiesta, aunque todo es parte de un momento de esparcimiento y juego.

 

La Garganta del Diablo: un escenario natural 

Si uno visita la Garganta del Diablo en el Parque Nacional Iguazú, podrá contemplar de cerca esta impactante maravilla de la naturaleza. Luego de caminar largos tramos por un circuito de pasarelas que serpentean en medio de la selva y cruzan ríos, el majestuoso salto espera al final del sendero.

La Gran Garganta está compuesta por un conjunto de saltos de agua del río Iguazú, cuya altura asciende hasta los 80 metros. Por ello, es que al precipitarse, forman una cortina de agua que brota con fuerza sideral de la misma entraña de la naturaleza.

A raíz de la conjunción del agua y el sol, la postal natural que ofrece la Garganta del Diablo, se ve coronada con un perene arco iris. Como fiel compañero de los saltos, sus colores bañan las aguas y regalan alegría. Un detalle único que sólo desaparece en los días nublados.

En los alrededores de la Garganta del Diablo existe una enorme biodiversidad. Entre las especies faunísticas más importantes se destaca un ave que tiene su nido en la misma entraña de la Garganta. Se lo conoce como vencejo de cascada y en su hacer, para proteger a su cría, construye el nido en la roca de la Garganta. Por detrás de la cortina de agua se esconde de los peligros de los depredadores cercanos. Y en su ir y venir en busca de alimento desafía intrépido a la misma naturaleza.

La provincia de Misiones guarda uno de los tesoros naturales más apreciados del mundo. Su fauna y flora desbordan de belleza exuberante. Por eso, es hora de visitar Misiones y sino, pasear por 9 de Julio y Avenida de Mayo en donde tal vez las Cataratas salgan al encuentro y sorprendan al hombre de a pie.

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