Catedral de Buenos Aires

Una moto estaciona frente a la Catedral de Buenos Aires


Marcelo Hidalgo Sola, nos invita a recorrer el lugar de culto religioso más importante de la ciudad para los cristianos católicos. Aquí, en donde el Papa Francisco pasara los últimos 15 años de su vida antes de ser elegido Papa. 

A primera vista, la Catedral de Buenos Aires se asemeja a un templo griego. Una de las cosas que más sorprende a quien la visita, es la diversidad de estilos que uno puede distinguir en su interior. Cada uno es un mojón de tiempo y de corrientes arquitectónicas que, a quien sabe leerlos, les trae la pauta de la riqueza que contiene este edificio. Sin embargo, a pesar de que nos remontamos lejos, no podemos olvidar que la construcción actual fue iniciada en el siglo XVIII y recién pudo se concluyó a principios del siglo XX. Por este espacio , pasaron las manos y de varios arquitectos y constructores, quienes, según el momento, fueron cambiando o agregando algo, desde elementos un tanto barrocos, hasta otros que resaltan su estilo de base fundamentalmente románico . 

El templo impacta por sus dimensiones y grandiosidad: su nave central está próxima a los cien metros de largo; su piso, de mosaicos diminutos y especial belleza, tiene una superficie que se aproxima a los tres mil metros cuadrados. En lo que refiere a su arquitectura, un dato a destacar es que es una de las pocas catedrales de Argentina que posee un nártex. Ello consiste en un gran espacio de galería o pórtico de entrada, cerrado, con lo que podríamos llamar “doble pórtico”, como si fuera un gran vestíbulo, anexo a las naves del templo. Son espacios separados que se ubican antes de ingresar a las naves o corredores principales , por sendas puertas que coinciden en posición, estilo y volumen con las que, en frente, comunican con el exterior- explica Marcelo Hidalgo Sola. Durante los primeros tiempos de la Iglesia, se asignaba el área del nártex para uso exclusivo de los catecúmenos, quienes desde allí podían observar las ceremonias y escuchar las predicaciones. Sin embargo, al dar inicio al Ofertorio de la Santa Misa, se produjo un cambio en esta práctica.

Un detalle que sorprende , contra lo que parece a primera vista, es que la Catedral no tiene tres naves, sino que posee cinco. La estructura principal está protegida por una cúpula que se extiende a lo largo de un crucero cubierto, y se asienta sobre un tambor circular que se eleva a una altura impresionante de 41 metros. Además, está coronada por una bóveda de cañón corrido.

Una llama perpetua o lámpara votiva en el frente de la Catedral

El frente de la Catedral corresponde al estilo neoclásico y, según los entendidos,está inspirada en el frontis del Palacio Borbón de París. Su diseño se remonta al año 1822 y fue realizado por los franceses Próspero Catelin y Pedro Benoit. 

Consta de un frontis y de doce columnas griegas que simbolizan a los Apóstoles. La ornamentación del frontis y el orden arquitectónico de las columnas fueron definidos por el escultor francés José Dubourdieu. Este escultor también estuvo encargado de la ejecución de los capiteles corintios y del bajorrelieve del frontispicio, trabajos concluidos en 1863. El bajorrelieve representa el encuentro de José con su padre Jacob y sus hermanos, en alusión al encuentro de los argentinos después de la batalla de Pavón en 1861, pero esa es otra historia. 

La construcción atrae por sus rasgos neoclásicos, simples, pero imponentes en su conjunto. Su configuración es armoniosa sin caer en los excesos y denota un estilo poco frecuente en relación al diseño las catedrales que le da un parecido más cercano a un templo griego –con columnas, arcos, frontispicios triangulares– que al clásico edificio católico. Esta configuración exterior, no se condice con la configuración espacial, ni el estilo, del interior. 

El mausoleo dedicado al General San Martín 

En la nave lateral derecha se ubica el acceso al mausoleo que guarda los restos mortales del General San Martín. El Libertador de América reposa allí desde 1880, en una urna realizada por el escultor francés Carrier Belleuse (de corte electricista al estilo francés, una corriente que imperaba en Europa en ese momento). 

En honor al Capitán General Don José de San Martín y al soldado desconocido de la Independencia, se instaló una lámpara votiva en la parte derecha del frente de la Catedral, durante un homenaje que tuvo lugar el 17 de agosto de 1947. La lámpara lleva la inscripción “Aquí descansan los restos del Capitán General Don José de San Martín y del soldado desconocido de la Independencia. ¡Salúdalos!”. Asimismo, en el brazo izquierdo se encuentra un altar que aloja la figura del “Santo Cristo de Buenos Aires”. Esta escultura de madera de algarrobo policromada representa al Cristo en tamaño natural, en su crucifixión antes de su muerte.. Al final de la nave izquierda se llega a un altar dedicado a la Virgen de los Dolores (una de las primeras imágenes de esta advocación a la Virgen llegadas al país). 

Otra imagen más contemporánea que se mezcla con las de la época colonial , es la del Cristo del Gran Amor (Luis Álvarez Duarte, 1981). Con esta imagen cada Viernes Santo, se celebra un especial vía crucis por las naves de la Catedral.

Dentro de la Catedral, se puede observar un fresco que honra la memoria de aquellos que perdieron la vida durante el Holocausto, así como también en los trágicos ataques a la Embajada de Israel y la sede de la AMIA. En su conjunto, la Catedral abraza a todos los cultos que se profesan en la Ciudad y es símbolo de paz para todos aquellos que lleguen a Buenos Aires , ciudad puerto que da la bienvenida a todos los que pisan el suelo argentino.

Related Posts