MHS 144 T 1 Marcelo Hidalgo Sola y una moto que recorre los túneles de la Iglesia de San Ignacio de Loyola


Evocadores de todo tipo de mitos y leyendas, los túneles subterráneos de la Iglesia más antigua de la ciudad, se pueden explorar y disfrutar para actualizar el misterio de una Buenos Aires secreta que permanece oculta desde el siglo XVII. 

 

San Ignacio de Loyola, es el patrón de la Manzana de las Luces y quién custodiará la moto cuando sea el momento de adentrarse en el corazón subterráneo de la ciudad. Aquí, a seis metros de profundidad bajo tierra, en donde todo adquiere un matiz diferente. 

 

La transición es quizás, más temporal que física ya que iniciar una caminata por un túnel jesuítico de principios del siglo XVIII bajo la Iglesia San Ignacio de Loyola, es todo un viaje en un verdadero túnel del tiempo al pasado colonial de la ciudad

 

Al ingresar al túnel , arriba y atrás, queda la Buenos Aires del siglo XXI. Ahora nos adentramos al interior de la ciudad en la intersección de las calles Alsina y Moreno, del barrio de Montserrat. Los sonidos de la calle, de la gente, van quedando en la superficie. Detrás de nosotros se encuentra el Colegio Nacional de Buenos Aires y hacia el frente , la Plaza de Mayo.

 

Aquí abajo del mundo, se siente húmedo y frío y todo está en silencio. En las paredes laterales vemos dos huecos oscuros tallados en el foso -los huecos donde descansan las velas- y las marcas dejadas por las herramientas en las paredes. Este pasaje subterráneo fue abierto hace tres siglos, a pala y utilizando capachos (baldes de cuero) . “Este túnel, el único túnel jesuita transitable hoy en día, formaba parte de una red más extensa de túneles. Hay muchas leyendas al respecto y pocas investigaciones serias” – explica Marcelo Hidalgo Sola – “Fueron construidos para proteger la ciudad y conectar lugares estratégicos. 

 

En la entraña de la ciudad , un mojón histórico

 

En este espacio lo primero que llama la atención , es la altura de la bóveda que apenas llega al metro y medio. Según dicen, es porque fueron cavados por personas de baja estatura, muy probablemente por indígenas o esclavos. 

 

Los jesuitas llegaron en 1608 a estos lares y se instalaron primero, en la Plaza de Mayo, en una iglesia construida con barro y paja, porque aquí no había piedras. En 1661, o sea hace 360 ​​años, se trasladaron a la zona que luego se llamó Manzana de las Luces. Se cree que los túneles datan de principios del siglo XVIII aunque los planos originales nunca se han encontrado. Algunos sugieren que habría que hacer un estudio exhaustivo en el archivo de Sevilla, España para dar con ellos.

 

En Europa, se utilizaron este tipo de corredores subterráneos de uso militar para conectar edificios y principalmente como mecanismos de defensa y evacuación de las ciudades. En América, también los incas, los mayas y otras civilizaciones avanzadas los utilizaron para este fin 

 

El General Juan Manuel de Rosas y su vinculación con los túneles

 

Por ejemplo, a mediados del siglo XIX, se informó del descubrimiento de otros túneles cercanos, se cree que muy posiblemente , parte de un supuesto plan para atacar a Juan Manuel de Rosas. El 3 de febrero de 1848, mientras se cavaba una zanja se descubrió en la calle Belgrano 93 un túnel que conducía a la propiedad del Sr Claudio Stegman. 

 

Los rosasistas acusaron a Stegman de planear el asesinato de Rosas; mientras se abrió una investigación donde aparecieron dos túneles más. Los unitarios afirmaron respondieron que se trataba de una mentira federal y ligaron la existencia de los túneles a las maniobras del contrabando. 

 

Lo cierto es que Juan Manuel de Rosas vivía al momento del descubrimiento del túnel, a la vuelta , sobre la esquina de Perú y Bolívar en una casa propiedad de la familia Encarnación Ezcurra, su esposa, por lo que no se podía descartar una teoría conspirativa.

 

La defensa de la ciudad y el contrabando : otras hipótesis 

 

Por el reinado del contrabando como estrategia comercial en la ciudad , tampoco se excluyó la existencia de una red de túneles que conectaran diferentes partes de la red de comercio ilegal, pero teniendo en cuenta la estrecha conexión entre el poder (de Rosas y el comercio) , en ese momento, no se llevaron a cabo mayores investigaciones.

 

La segunda hipótesis apunta una mirada o versión más patriótica:La segunda hipótesis apunta una mirada o versión más patriótica: “Antes, al otro lado de la calle Perú, había una estancia donde vivían los indios que habían sido traídos de la misión. Luego que los jesuitas fueron expulsados en 1767, el lugar se convirtió en la sede del famoso Teatro de la Ranchería, ubicado en Alsina y Perú, que finalmente se incendió en el siglo XVIII. Durante las invasiones inglesas, el Regimiento invasor estuvo estacionado allí. En esa ocasión , la historia cuenta que Felipe de Sentenach, ingeniero y comandante de la milicia local, ideó un plan para cavar un túnel que conectaría con los túneles existentes para ingresar al rancho y volarlo”, explica el guía del lugar

 

Sobre escuelas, estudiantes, túneles y manifestaciones. 

 

Volviendo a la actualidad, en septiembre de 2013, ocurrió un hecho real: cinco estudiantes porteños, que participaban de una toma de escuela alemania, el Nacional Buenos Aires, ingresaron al templo contiguo por el túnel y cometieron una serie de actos vandálicos, como la quema de mobiliario y graffitis anticatólicos. Diez años más tarde, este pasaje subterráneo, ahora abierto a los visitantes, muestra claramente la abertura por la que se accedía a la zona del altar. 

 

Reabiertos en noviembre de 2021, los túneles ya recibieron a miles de curiosos , tanto locales como turistas. Sucede que esta es una experiencia urbana llena de historia, aventura y misterio, todo en un solo paseo. Se espera que las visitas guiadas atraigan al público y lo animen a explorar y conocer un poco más sobre la historia de Buenos Aires. Un recorrido único para conocer la ciudad desde sus cimientos más antiguos, aprender su historia y disfrutar con un paseo lleno de color y misterio. 

 

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