Antes de entrar al cuento, es bueno aclarar que un hato, es en estas tierras lo mismo que decir, en Argentina, un campo. También le dicen Fincas, pero en los Llanos, Estado Apure, es más común decirle Hato.

Cómo fue que visité un Hato en Venezuela

Era Diciembre de 1988, y yo ya residía en Venezuela. Tenía en ese momento, una camioneta Jeep Comanche Blanca, Doble tracción, motor 6 en línea y 4.0 Litros , cambios manuales. Le instalé el Winch que tenía en mi Jeep Renegado, con la dificultad que estas nuevas Jeep no tenían chasis convencional de largueros, por lo que el uso del Winch debía ser muy cuidadoso.

A mi cuñado Francisco, el mismo con el que viajamos a la Gran Sabana, lo invitan a visitar un Hato en Los Llanos, ya que andaba con ganas de comprar uno. Es así que nos invitan también, a un cuñado nuestro argentino también y que estaba de visita, para ir entre Navidad y Año Nuevo. Empezamos con los preparativos, los cuales no eran más que comprar víveres y bebidas.

Partida a Guasdualito

Llega el día 26 de diciembre, y partimos en caravana varios vehículos, tres o cuatro, rumbo  a Guasdualito, ruta asfaltada, y una vez ahí, tanqueamos a full, y encaramos hacia el Río Apure, por ruta de tierra, para llegar a Palmarito, y a pocos kilómetros, se encontraba el casco de este Hato.

Ya en la casa, nos acomodamos como podemos, haciéndonos de un cuarto con su baños…éramos 4 ocupándolo.

A la mañana siguiente, habiendo llovido copiosamente durante la noche, después de un extraño desayuno de arepas y grapefruit con ron, salimos a recorrer el hato, hacia el sur. Debido a la lluvia, habitual en esta época del año, estaban muy inundados los bajos y las huellas del camino, lo que dificultaba la marcha. En un tramo, sin poder ver la profundidad del agua, mi Comanche se cayó de cabeza en un pozo , entrándole agua por todas partes al motor y a la cabina. Con dificultad, regresamos a la casa. El aceite del motor era de un blanco leche, no se fundió el motor porque no era el día. A la tarde, salimos con otra comanche de uno de los amigos , hacia la parte norte , un poco mas alta que el sur . Pero sin embargo , en una huella que andábamos, atropellamos un cañaveral, y en el medio había un terreno cenagoso, y la Comanche se quedó pegada. Estábamos a más de 10 Kms de la casa, así que no teníamos más alternativa que sacarla a pulso, y así fue, con mucho trabajo, sudor y risas, logramos sacarla hacia atrás.