Y ya estamos en camino hacia el embarque en la chalana que nos transportará, a través del río Orinoco, hacia Puerto Paez, Estado Apure, para iniciar el recorrido hacia San fernando del Apure , capital del estado homónimo.

Camino hacia San Fernando

En la gasolinera de Puerto Paez, donde paramos para tanquear y comprar agua suficiente en un abasto cercano, nos insisten en que no hay ruta hacia San Fernando, pero nosotros teníamos la seguridad del personaje que nos dije que él acababa de venir desde allá, así que tomamos fuerza, pusimos primera, y ¡adelante! Efectivamente, el camino no era más que una huella, pero en nuestros autos rústicos no teníamos problemas. Iba todo bien, hasta que llegamos a una.

Y ahí estábamos los 4, cual rastreadores experimentados, viendo donde había huellas de neumáticos, y así seguimos. Nuestra certeza era que debíamos tomar 4 chalanas, para cruzar la misma cantidad de ríos o cursos de agua. Así es que llegamos al primero, con gran alivio de saber que íbamos en buen camino. Interesante fue ver sobre que tipo de embarcación, si es que se puede llamar embarcación a esa pobre balsa, íbamos a montar nuestros autos. Eran 8 ó 10 barriles de 200 litros, del tipo petrolero, sobre los cuales estaban atravesados maderos, atados y/o clavados, entre ellos y los barriles, con unas maderas a lo largo a modo de línea de rodaje del auto. Esta balsa, no tenía motor, y lo que había, era un cable, tendido de orilla a orilla, del lado de la corriente, del cual el balsero jalaba para hacer avanzar la balsa, y a la vez, con los pies, sostenía y la hacia avanzar. Toda una experiencia.

Llegamos a tierra, desembarcamos, esperamos a que cruzara la Caribe, y una vez listos, emprendimos viaje… no podíamos ni debíamos permitir que nos agarre la noche. Así continuamos por la trilla, y a medida que avanzábamos e íbamos pasando balsas y acercándonos a San Fernando, estas iban mejorando y el camino se iba haciendo mas formal.

Llegada a San Fernando

Llegamos a San Fernando, buscamos un hotel, lo que hubiera disponible, y nos acomodamos. Es bueno remarcar, que nuestro Jeep no tenia ni aire acondicionado ni ventanas, por lo que la tierra que comíamos, era bien importante. Por eso había que desquitarse con unas cervezas.

Al día siguiente, ya sabiendo que era el tramo final hacia San Cristobal, Estado Táchira, y que el camino era en su mayor parte asfaltado, salimos tranquilos… es así que pasamos por Elorza, Mantecal, Guasdualito, Santo Domingo, ya para empezar a subir por la montaña, para llegar hasta San Cristobal, donde nos esperaban nuestras respectivas familias .