Colegiales en moto por una calles tranquilas que ofrecen un remanso para el alma.


 

 

Marcelo Hidalgo Sola nos lleva a recorrer en moto las calles de Colegiales,un barrio que ha se ha renovado y hoy, ofrece la mejor propuesta gastronómica junto a destacadas obras de arte callejero como es el mural “La piel de los espejos”, realizado por los artistas Juan Cuello y Flor Lagos. 

 

 

Hoy salimos a recorrer Colegiales, un barrio que en los últimos años se ha ido transformando en su arquitectura y fisonomía general y quizás, se ha convertido en la mejor versión de sí mismo. Siempre ha sido tranquilo y familiar pero hoy , se puede disfrutar de lo mejor que tiene para ofrecer: sus frondosas arboledas que regalan una brisa sin igual a sus calles, con un “Up Grade” de propuestas gastronómicas y culturales que definitivamente lo hacen estar a otro nivel. 

Este barrio con sus calles tan particulares, es un remanso para el alma de quien las recorre. Además, ofrece un sinnúmero de rincones pintorescos para ir descubriendo de a poco: esquinas antiguas que han sido recicladas y que enamoran con sus tupidas Santa Ritas en flor ; increíbles murales de reconocidos artistas locales, y luego, solo queda caminar para ir encontrando en cada cuadra o vuelta de esquina, las más variadas y atractivas propuestas gastronómicas , todas ellas de primer nivel. 

Un barrio que regala arte a cielo abierto

 

Lo que atrapa de Colegiales es que guarda su encanto con espíritu celoso. De hecho, pareciera ser un barrio que se esconde a sí mismo dentro de la ajetreada y bulliciosa Buenos Aires y va como al pasar, ofreciendo a quien lo recorre con la debida atención y detenimiento, sus cafés más bonitos ,sus mercados y murales. 

Esto ocurre al llegar a la esquina de Matienzo y Conde donde resulta obligado detenerse y estacionar la moto para observar una obra de arte- explica Marcelo Hidalgo Sola- .Allí, se encuentra el mural “La piel de los espejos” obra de dos artistas visuales locales, Flor Lagos y Juan Cuello. Una obra que ocupa toda una esquina y es un verdadero espectáculo que invita a dialogar con los curiosos personajes que lo componen. 

Las figuras que allí están representadas sorprenden al público que se detiene a contemplarlo, no sólo por la calidad indiscutida de su ejecución, sino también porque los personajes nos resultan familiares y alegóricos.

Personajes de un universo familiar y remoto

 

Las figuras femeninas del mural, lucen pañuelos en las cabezas, delantales de friselina y canastitas con flores, también con ropa. Parecen delicadas pastorcitas, salidas de algún cuento de la campiña alemana o austríaca. Son las típicas muñequitas de porcelana como las que tenía la abuela en la vitrina o el mueblecito de la casa , “el aparador”. Seguramente, muchas de ellas venían directamente del viejo continente como obsequio de viaje o heredadas de generaciones pasadas. Estas niñas campesinas son figuras alegres, que parecen llevar con entusiasmo y nada de fatiga, las arduas jornadas de trabajo en la campiña. Su ojos soñadores y sus expresiones, parecen ser acompañadas por una música interior de pájaros volando por verdes praderas.

La situación se descoloca un poco cuando vemos en la escena del mural que también aparecen unos leones de porcelana china. Brillantes en su traje de esmalte azul, los leones son también las típicas imágenes de figuras o piezas de regalo muy populares en los bazares y regalerías de los años 80. Sin dudas, todo el mural trata de representaciones de adornitos de tiempos remotos,quizás para cazar vistazos , impactar, crear nostalgia y por qué no, intrigar.

Sinceramente, les salió muy bien este mural a los artistas visuales Juan Cuello y Flor Lagos. Es muy difícil pasarlo por alto y seguir de largo con la moto, más si entre todas estas figuras, en el fondo pero a la vez en primer plano, se distingue un fotógrafo que entre esos curiosos personajes, te pone en la mira de su lente y te enfoca. 

Los objetos que identifican a un mercado de antigüedades del barrio

 

“La piel de los espejos” es un mural que está basado en fotos de objetos que se venden en el Mercado de Pulgas. Un lugar que tiene de todo para aquel que busque muebles y objetos raros o de colección y que es además un sitio clave para la identidad de Colegiales”, cuentan fuentes del ente de Turismo de Buenos Aires.

“Por ello, el mural muestra piezas – que quizás muchos las consideran baratijas- pero que fueron seleccionadas especialmente para ser rescatadas del olvido en una obra de arte callejero. Un mural que es capaz de hacer reflexionar acerca de qué está hecha la memoria del barrio y, gracias a ese viaje a los recuerdos de la infancia, las personas pueden evocar de forma nítida el recuerdo de su abuela, de una tía o de un rincón de la casa familiar, donde solían quizás lucirse los leones chinos en los 80 cuando estaban a la moda.” cuenta María del Carmen Mantello , una vecina “orgullosa de su barrio”. Por favor, no se pierdan esta “joyita”y vengan a pasear por Colegiales , invita como una orgullosa fan y representante de este entorno para valorar y disfrutar de un maravilloso paseo una tarde cualquiera. 

 

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