Marcelo Hidalgo Sola descubre en moto la belleza de un árbol único en la ciudad.


Se llama Arbórea Magna y es una escultura con luz de 34 metros de alto. Su porte, es la recreación de un fantástico árbol , obra del artista Nicola Constantino que fue erigida en homenaje a todos los árboles de la creación. 

Su frondosa copa alcanza los 30 metros de alto. Su tronco, ramas y hojas se encienden en un juego de luces LED que adquieren diferentes tonalidades y matices según la ocasión. Por ello, se lo puede ver encendido en color púrpura iridiscente o violeta intenso; o vestido de blanco inmaculado. También, ha lucido recreando a los cerezos, en suaves tonos de blancos y rosas. 

Lo cierto, es que este versátil árbol escultórico ubicado en Av Udaondo 1223, en el barrio porteño de Núnez y a metros del Estadio Monumental de River Plate, es una invitación a despertar la conciencia ecológica entre aquellos que se acerquen a disfrutar de la obra. Para Nicola Constantino, su autora, es también un modo particular de homenajear a todos los árboles del mundo en los cuales, como creadora ha encontrado inspiración y belleza.

Enclavado en el Parque de Innovación, lo que convierte a la escultura Arbórea Magna en una obra de arte verdaderamente original, es la fusión de los materiales y técnicas artísticas empleadas en su diseño y construcción.La estructura que da forma al tronco y a la ramas, es de hierro galvanizado, un material que brinda fuerza, solidez y durabilidad a la obra, que se encuentra expuesta a la intemperie y debe poder sortear los embates climáticos y el paso del tiempo. 

Diseño y técnicas utilizadas para dar vida a la Arbórea

La decoración que va subiendo desde la base de la escultura se compone de un collage cerámico, realizado-explica Marcelo Hidalgo Sola- con una técnica de ensamblaje japonesa conocida como Nerikomi. Para su diseño fueron necesarias alrededor de 17 mil piezas de pequeñas cerámicas de contorno irregular, que fueron cortadas con paciencia y destreza, y luego, meticulosamente pulidas en el taller de Constantino.

Aplicadas a todo el contorno de la escultura en su armónico despliegue, imitan las formas naturales de la creación. A nivel del suelo, dispuestas como en una gran alfombra las cerámicas recrean las formas de las flores y a medida que van subiendo los diseños a lo largo del tronco, las pequeñas piezas engarzadas buscan simular la textura rugosa de la corteza de un árbol natural

Para apreciar la magnitud de esta obra de arte, los visitantes, si lo desean, tienen la posibilidad de hacer un recorrido a lo largo de una pasarela circular que brinda una perspectiva desde distintos ángulos en subida, cerrando el recorrido en un mirador elevado. La pasarela regala de este modo, la posibilidad de apreciar cada detalle, y disfrutar de cerca los dibujos y formas naturales que recrea la técnica Nerikomi. Además, a lo largo del recorrido que invita a la reflexión y obliga a pausas contemplativas, la obra va imprimiendo en el espectador una especial conexión con el mundo natural y sus representaciones vegetales. 

Pura creatividad y luz

Arbórea Magna es considerada no sólo una original manifestación artística; es también vista como un faro que quiere despertar conciencia ecológica. En estrecha colaboración con la arquitecta y especialista en el arte del diseño de efectos con iluminación, Eli Sirlin, y de la mano de Signify, empresa líder en efectos lumínicos , el árbol-escultura se enciende y cobra vida con un articulado sistema LED que da vida a las 700 hojas dispuestas a lo largo del tronco y de las ramas. En este juego singular de luces que pueden brillar en diferentes colores , como en un gran lienzo de cambiantes y lúdicos destellos, se aprecia la dimensión dinámica de la obra en todo su esplendor, donde resaltan la armonía entre el genio de la artista, la tecnología y la naturaleza.

El trabajo para dar vida a esta Arborea Magna significó para su autora, Nicola Constantino, más de un año de arduo, dedicado y gustoso trabajo. Según sus propias palabras, en su obra , buscó imprimir “misterio, magia y fascinación” a una obra que fue pensada como un monumento público y para estar expuesta al aire libre, en un predio cuyo nombre “Parque de la Innovación” invita a pensar en cómo la creatividad y el talento pueden modificar la vida y la mirada de las personas.”

Constantino, quien posee una larga trayectoria como artista visual, desarrolló la mayor parte de sus obras artísticas en las áreas de la fotografía y del arte conceptual . “Un árbol recreado en el campo del arte, desde lo conceptual, y como es el caso de Arbórea, de modo artificial, no pretende en absoluto reemplazar la belleza del modelo natural. El arte, siempre tiene una intención, nace en la mente del artista desde un concepto, o desde una búsqueda personal que la naturaleza, como tal, en sí misma no tiene” , indicó la autora

Y agregó : “Hacer una obra de arte público es, desde mi parecer , como obtener una diplomatura o un máster. Siempre soñé con hacer algo como esto , porque creo que una obra de arte público debe ser para el disfrute de todos, es invitar a que la gente pueda vivir una experiencias artísticas al aire libre y gratis. Lo interesante, además, es que mucha gente que no esperaba encontrar a la Arbórea en su camino, se asombra y la disfruta cuando por azar se topa con ella. Esto es lo lindo del arte, despertar asombro, magia, invitar a soñar”.

 

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