Ignacio Sáenz Valiente nos enseña las técnicas del arte de conducir lento con la moto.

En muchas ocasiones te habrá sucedido que te encontraste de repente atascado en una manifestación, o por algún accidente en medio de un mar de autos, motos y colectivos. Allí es donde comienza un capítulo diferente en el arte de conducir una moto. Quien haya pasado por esta experiencia podrá dar fe de lo difícil que resulta maniobrar en espacios reducidos. Con técnicas precisas podrás convertirte en un as del pilotaje y sortear con éxito cualquier dificultad que implique conducir con precisión cuando haya poco espacio de maniobra.

PASOS PARA EL ÉXITO

Aquí van algunas sugerencias que nuestro experto en motos tomó de Peter Roy, director del proyecto Harley-Davidson® Rider Development y profesor de la Riding Academy. A continuación describe en varios pasos, cómo maniobrar lentamente en espacios reducidos.

Paso 1. Se comienza a conducir lentamente en línea recta; luego hay que equilibrar el embrague, el acelerador y el freno trasero; encontrar el “tope de dirección” girando el manillar; y finalmente inclinar la motocicleta hacia la curva mientras se desplaza el peso hacia el exterior.

Al empezar a rodar, hay que mantener la cabeza y los ojos siempre, mirando hacia adelante (no hacia abajo en tu rueda delantera). No hay que mirar demasiado hacia abajo o hacia la izquierda o la derecha porque vas a desestabilizar tu cabeza y eso va a desestabilizar también lo que estás tratando de hacer.

Hay que practicar el mantener un gas constante mientras se tantea el embrague y el freno trasero para seguir avanzando a un ritmo lento y constante. Un ligero toque en el freno trasero es la clave.

Una vez que se logra dominar la conducción en línea recta sin tener que “remar” con el manillar ni bajar los pies, entonces ya se está listo para empezar a girar.

Paso 2. El siguiente paso es ir despacio mientras se gira la moto haciendo “tope de dirección”. Esta maniobra – explica Ignacio Sáenz Valiente– se realiza girando a la izquierda o a la derecha hasta el máximo posible donde llega el manillar. Si estás familiarizado con el concepto de “contramanillar” (girar el manillar en la dirección opuesta para iniciar un giro), recordá que esto no se aplica cuando estás viajando por debajo de 8 -10 km/h.

Este ejercicio se realiza para conocer el punto hasta donde puede girar el manillar y ver cuál es el límite. Aquí es indispensable mantener una velocidad constante. Si te parece que la moto se va a caer, es normal. Ahí conviene soltar el freno trasero, estabilizar la moto y volver a comenzar con el ejercicio.

Paso 3. El último paso es reducir al máximo el radio de giro, inclinando también al máximo la moto. Esto se logra utilizando el propio cuerpo como contrapeso.

A velocidades más altas, tu cuerpo se inclinará de forma natural hacia el interior de la curva junto con la moto. Si lo estás haciendo correctamente, tu torso se mantendrá esencialmente en línea con el chasis de la moto. Es algo que ocurre por sí solo y no hay que pensar demasiado. A bajas velocidades, la inclinación es algo más deliberado.

Cuando el piloto sea de poco peso, una técnica efectiva es hacer que desplace su peso sobre el asiento, sentándose más atrás. Para el resto de las personas con un peso promedio, tal vez sólo sea necesario mantener el cuerpo vertical (en relación al suelo) a medida que la moto se mueve de un lado a otro por debajo de uno en las curvas. Así es como los pilotos expertos encaran estas curvas cerradas en las competencias.

En este punto, la técnica de la maniobra es tratar de no mover ni un pelo. Mantener firme la posición, y no moverse sobre el asiento. Hay que mantener el cuerpo erguido, y luego dejar que la moto trabaje por debajo de uno.

PRACTICANDO SE LLEGA A ROMA

Hacer un curso es la mejor manera de aprender estas habilidades y convertirse en un piloto experto en espacios pequeños. Pero la realidad es que las horas de práctica son las que te van a dar la verdadera experiencia y la llave para mejorar tus habilidades.

TENER PACIENCIA Y NO AGOTARSE EN LA PRÁCTICA

La práctica necesaria para lograr resultados exitosos puede resultar intensa y demandante. Exige paciencia, disciplina y mucha concentración. Por lo cual, nunca practiques cuando estés cansado ya que esto hace al aprendizaje engorroso y frustrante debido a que el cuerpo no está en sus óptimas condiciones. Practicar, puede resultar ser tanto mental como físicamente agotador, y es mejor hacerlo en tramos cortos de tiempo, como de unos 20 minutos cada vez. Y tomar pequeños descansos de vez en cuando, tanto para dejar que se enfríe la moto como para relajar el cuerpo. Ayuda el sacudir las manos y respirar profundamente varias veces para que el pulso recupere su ritmo normal.

ALGUNAS CONSIDERACIONES A MODO DE CONSEJO

Hay que tener en cuenta que este tipo de conducción es para situaciones específicas de la vida real. No se debe hacer nunca un giro de 180º en la calle porque sí, ya que puede ser peligroso.

Estas habilidades son únicamente para situaciones de congestión fuera de la calle. Por ejemplo cuando llegas a una concentración de motos y el espacio es muy estrecho, y hay muchas motos en movimiento, o estás en una estación de servicio llena de gente. O cuando te toca conducir en una situación muy congestionada y compleja, ahí es donde es realmente útil este aprendizaje.

Otro punto a tener en cuenta es que si te vas a tomar realmente en serio aprender a conducir despacio, hay que estar preparado para dejar caer la moto al suelo en más de una oportunidad. Aprender dónde está el límite implica tener que aceptar que la moto se va a caer varias veces y hay que lidiar con esto.

Lo ideal es conseguir los protectores adecuados para la moto. Si tu moto es una Touring, tal vez es un poco menos preocupante, pero en general los protectores son muy caros hoy en día. La idea de superar el tema de los daños que le puedas ocasionar a la moto no es menor, pero es indispensable para poder concentrarse en las prácticas de modo correcto y relajarse al respecto.

También es importante aprender a levantar la moto del suelo de manera segura. Aprendiendo la técnica apropiada, casi cualquier motociclista puede levantar con seguridad casi cualquier moto, sin dañar su espalda, ni sus músculos