Trentino Alto Adigio tiene valles rodeados de montañas y lagos, con castillos y tradiciones del medioevo y los países nórdicos, sin perder la esencia gastronómica del país: quesos, vinos, pasta y mucho más. Un recorrido imperdible en moto por los bellos paisajes que quedaran por siempre en el alma.

Siempre amé Italia, y unos de mis proyectos favoritos, cada tanto, es elegir una región para visitar y hacerme a la aventura. En Italia viajo como en los 60’, en una motocicleta marca “Vespa” ícono del país. En esta oportunidad el viaje de descubrimiento se inicia en Trento, la capital de Trentino, famosa por el Concilio Ecuménico que lleva su nombre. Son apenas 100 kilómetros de ruta en una línea recta desde Verona, pero en la que se tarda un poco más: la geografía cambia radicalmente apenas se sale de la ciudad de Romeo y Julieta. En los giros y contra giros, la ruta se abre sobre el perfil del Lago de Garda. Las aguas turquesas que entran entre las rocas y las bahías presentan el paisaje como una serie de espejos de agua que enmarcan las villas coloridas, emplazadas en las rocas. Este Lago, quizás el más bello de Italia, es la masa de agua más grande que da al mar y se confunde con él. Mientras se hace el recorrido, que es una fiesta para los ojos, se respira el aire de mar que suave refresca el lento pero continuo ascenso del camino.

El Lago de Garda, según me explicaron, nace en los Alpes, cuyo nombre en esta zona, sería montes Dolomitas, un auténtico monumento nacional declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además,  funciona como límite natural entre las provincias del Véneto y Lombardía, que para mí, Ignacio Saénz Valiente, es la zona de lagos más bonita del mundo para recorrer en moto. Luego, hacia el norte, ingresa en la región del Trentino y se estrecha entre altísimas montañas al punto que parece un fiordo. Tal es la razón por la cual no es el centro de las actividades acuáticas y de verano. En su lugar, hay otros ¡297 lagos! Se trata de espejos de agua que van del verde azul al turquesa, casi todos con aguas cristalinas y mansas, rodeados de montañas y encajonados en valles verdes en verano y primavera. Hay dos que son imperdibles: Molveno, considerado el más hermoso de toda Italia por sus costas y vistas, y Caldonazzo, con playas perfectas para bañarse. Muchos lagos son también centros termales que ofrecen espacios dedicados al relax y el bienestar todo el año: los más conocidos son Merano y Lévico Terme, famosos por los tratamientos de radón y cosméticos.

Paseos urbanos para hacer en moto

Trento es una bella ciudad, ideal para ser recorrida en moto. Dominada por el majestuoso Castillo del Buonconsiglio y sus murallas que altas le dan un aire señorial y desbordante de belleza. Aquí, se puede visitar también la Muse, un innovador Museo de Ciencias Naturales. No es casual: esta tierra tiene un gran patrimonio arqueológico, con restos y documentación sobre la historia de la región desde sus orígenes hasta la primera Edad Media. La pricipal atracción es la famosa momia de “’Ötzi”, de 5300 años, encontrada en la frontera ítalo-austríaca.

A 30 minutos de viaje en moto está Rovereto, ciudad elegante con su Museo Internacional de Arte Moderno y Contemporáneo (MART), sus castillos, la Ermita de San Colombano y la gran “Campana de la Paz”. La cercana Riva del Garda es una de las típicas ciudades italianas en la rivera-en este caso, del gran lago, que tiene el Palacio Pretorio y una Fortaleza del siglo XII.

Santuarios y castillos son casi obligatorios en el itinerario como las iglesias, y suelen tener, además de mucha historia, vistas maravillosas. Así que siempre, en cualquier ciudad, conviene preguntar por ellos.

La última ciudad que visitamos en el itinerario es Bolzano. Extendida en una cuenca y rodeada de montes, es la segunda gran ciudad del Trentino y conserva la mayor impronta nórdica en su arquitectura. Callejones, arcos y plazuelas del centro histórico, y también en sus dialectos: se habla alemán e italiano indistintamente, y ladino. Entre los monumentos principales se destaca el Duomo, con un campanario gótico considerado el más bello de la región. La Plaza Walther se transforma cada diciembre en el tradicional Mercadillo de Navidad, con pequeñas casitas de madera que vender adornos, productos artesanales y especialidades gastronómicas, entre luces y melodías.

Por su parte, Chiusa, Glorenza y Vipiteno son consideradas las aldeas más hermosas de Italia; cada una es una pequeña maravilla de arte, arquitectura, historia, naturaleza y tradiciones.

Si hubiera que sólo elegir un castillo, no hay dudas de que sería el de Trauttmansdorff, una grandiosa residencia señorial con más de siete siglos de historia y que fue la residencia invernal de la Princesa Sisí. Hoy es sede del Touriseum, un singular museo del turismo en el Alto Adigio.

La Enrosadira

No se puede visitar Trentino y no ver el extraordinario espectáculo que ofrece la enrosadira: el color rosa que adquieren al atardecer las Dolomitas. La etimología proviene del ladino (idioma que todavía se habla en algunas áreas de Trentino) y significa “ponerse rosado”: los picos que se enrojecen y pasan de naranja a púrpura antes de que llegue al azul de la noche. La razón es física: las Dolomitas están compuestas de carbonato de calcio y rocas de magnesio, color que de día las describe como “montañas pálidas por su color “helado”, casi blanco y que al amanecer y al atardecer parecen cobrar vida.

El recorrido en moto por la región del Trentino, implica sumergirse en el alma del norte de Italia, en su belleza, comidas, paisajes y sabores. Es un viaje para ir sumando colores y aromas propios producto de los siglos y tradiciones que le dieron vida. La cultura y el arte italiano son tan vastos que no alcanza un solo viaje, es un interminable caudal de tesoros para ir descubriendo en muchas visitas que no agotarán las sorpresas. El recuerdo más bonito es la gente que se conoce en el camino, esa que te recibe con una cálida sonrisa y te hace sentir como en casa. Viajar en moto es un placer al alcance de todos con la información adecuada y el asesoramiento de expertos. ¡No se lo pierdan!