La Casa Rosada vista desde la Plaza de Mayo en Buenos Aires, Argentina

Marcelo Hidalgo Sola estaciona la moto frente a la Casa Rosada


El solar en el que está emplazada la Casa Rosada fue, durante toda la historia de Buenos Aires, la sede de las distintas y sucesivas autoridades políticas que gobernaron el país. Una Casa cuya belleza arquitectónica y su distintivo color rosado hacen única en su tipo. Su fisonomía actual data del año 1783 y es producto de su unión con el antiguo edificio de Correos.

La Casa Rosada ubicada frente a la Plaza de Mayo, regala su magnífico porte a todo aquel que ubique en el mapa la calle Balcarce 50 y se llegue hasta allí. En las orillas mismas del Río de la Plata la actual edificación , de corte palaciego e inconfundibles balcones con arcadas pronunciadas, se alza el lugar en donde estaba emplazado el primer fuerte que tuvo como defensa la ciudad de Buenos Aires 

Cuenta la historia que a poco de blandir la espada en el suelo para fundar por segunda vez la Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto del Buen Ayre en 1580, Don Juan de Garay hizo cavar una zanja y terraplenes formados con las mismas tierras extraídas de ella. Con esta demarcación quedaba constituído un precario fuerte , una empalizada de tierra que se conoció como “Real Fortaleza de San Juan Baltasar de Austria” o “Castillo de San Miguel” que debía funcionar como protección ante los terribles malones indígenas.

Recién en 1595, el gobernador Fernando de Zárate mandó construir un fuerte propiamente dicho. Es decir, mandó a levantar una muralla de 120 metros de lado, con foso y puente levadizo propio. La construcción que se alzó sobre las barrancas que entonces daban al río, no fue una construcción improvisada. Sin embargo,resultó muy poco útil en sentido práctico. Las costas del Río de la Plata -explica Marcelo Hidalgo Sola- son imposibles de navegar para los barcos de gran porte. Los inmensos bancos de arena próximos a la márgen del río hacen que toda embarcación que quiera acercarse a tierra encalle, hoy como antaño, indefectiblemente frente a la costa de Buenos Aires. 

De verdadero fuerte a sede de Gobierno

Sin embargo, el fuerte era símbolo de buena defensa e imprescindible para desalentar los ataques enemigos. Por ello, la ciudad se hizo construir a principios del siglo XVIII un sólido fuerte. Levantado íntegramente de ladrillos, sus paredes amuralladas y sus bastiones perduraron hasta su demolición tan solo 150 años más tarde. 

Durante el tiempo de la Independencia ,ya inaugurado el siglo XIX, esta Casa que había sido residencia de gobernadores y virreyes españoles, albergó, con muy pocas reformas, a las autoridades de los sucesivos gobiernos patrios: las Juntas, los Triunviratos, los Directores Supremos, los Gobernadores de Buenos Aires y el Primer Presidente de la Argentina, Bernardino Rivadavia.

Fue recién en 1862 cuando recuperó protagonismo al constituirse como sede del gobierno político cuando Mitre se instaló con sus ministros. Más tarde, quien fue su sucesor, Sarmiento, amante del diseño y de la ornamentación arquitectónica, embelleció la morada del Poder Ejecutivo Nacional con un jardín interno y pintó la fachada de color rosado. Un detalle que la haría única y distintiva, pero que tuvo su origen en un motivo más estético y práctico. Este color, que hoy la hace mundialmente conocida, no fue elegido por ser considerado el más bello, sino que se eligió para guardar la estética general y evitar el deterioro causado por la humedad. En esa época el rosado que se utilizaba para pintar las construcciones, era una mezcla hecha de cal y sangre bovina que funcionaba como un excelente impermeabilizador y sellador que combatía de modo excelente la humedad de los cimientos y paredes. 

Un verdadero Palacio de Gobierno

La construcción de la actual Casa de Gobierno comenzó en 1873 cuando por decreto se ordenó construir el edificio de Correos y Telégrafos en la esquina de Balcarce e Hipólito Yrigoyen. Tiempo después, el presidente Julio A. Roca decidió la construcción del definitivo Palacio de Gobierno en la esquina de Balcarce y Rivadavia, un edificio de las mismas características arquitectónicas al vecino Palacio de Correos. Ambos edificios fueron unidos en 1886 mediante el diseño de un gran pórtico que hoy constituye la entrada principal de la Casa Rosada y que da hacia Plaza de Mayo.

Entre las curiosidades que más destacan, se encuentra por ejemplo la construcción de El Salón Blanco , lugar en donde se realizan los actos de gobierno de mayor trascendencia . Su diseño tiene un balcón o galería alta que lo circunda y que posee puertas falsas recubiertas con espejos especialmente contemplados en su arquitectura para dar una sensación de amplitud al lugar. Solo una de las puertas, la que está ubicada en el centro del sector derecho ingresando al salón, es la que se abre, el resto son falsas.

La Casa Rosada tiene un Hall de Honor que rinde homenaje a todos los presidentes que tuvo la Argentina. Allí se exhiben los bustos de cada presidente elegido por el pueblo, en un recorrido que va de la mano de la línea cronológica de su mandato . Hasta 1973 se exhibían en el Salón Norte y fueron trasladados por un decreto a donde residen actualmente. Este salón y la Casa Rosada en su conjunto constituyen un lugar imprescindible para conocer y aprender de la historia política de nuestro país de primera mano, tal como si uno estuviera en el mismo centro de donde se teje la historia de la Argentina.

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