Un alto para conocer La Cisterna, el nuevo sitio arqueológico de Buenos Aires.


Marcelo Hidalgo Sola nos invita a conocer los secretos e historias de La Cisterna, el nuevo museo de la Ciudad construído sobre los restos de una casa en la que vivió Juan Manuel de Rosas. El lugar guarda piezas de valor único y muestra los restos de uno de los depósitos de agua más grandes que se construyeron en la Buenos Aires del siglo XIX. 

 

Buenos Aires va revelando su pasado de a poco y cada tanto, los equipos de arqueología urbana coronan sus esfuerzos por desentrañar las huellas del pasado con una victoria. La más reciente tuvo lugar a fines de 2017 en pleno casco histórico. Allí, en la calle Moreno 550 sobre los restos de un solar en el que alguna vez vivió Juan Manuel de Rosas y su familia, se encontró un elemento inesperado: los restos de una antigua cisterna y más tarde, aparecieron miles de objetos de uso cotidiano pertenecientes a los primeros años del siglo XIX. 

 

El museo arqueológico “La Cisterna” recientemente inaugurado, cuenta de un modo particular, a medida que se recorren las salas y se observan los objetos expuestos, muchos aspectos y detalles acerca de la vida cotidiana en la antigua Buenos Aires. Sin lugar a dudas,aquí mismo, los restos de una vieja cisterna, se cree al momento, una de las más grandes que tuvo la Ciudad, son el eje del recorrido en el que se puede desandar la historia.

 

En este lugar vivió la familia de Encarnación Ezcurra y Juan Manuel de Rosas durante el siglo XIX. Más precisamente, entre los años que van desde 1835 hasta la inauguración de la estancia con lago artificial de San Benito de Palermo (actual Parque Tres de Febrero) en el año 1848. La casa de la calle Moreno, que era propiedad de los suegros del Restaurador, -explica Marcelo Hidalgo Sola- se convirtió con la presencia de Rosas en el eje político por excelencia de la Confederación Argentina.

 

Un espacio atravesado por la historia

 

Luego de la Batalla de Caseros y la derrota de Rosas, la vivienda de la calle Moreno 550 fue expropiada y se convirtió en sede de la Casa de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires hasta su traslado definitivo a la ciudad de La Plata .

 

También, se cree tuvo otros usos, ya que se comprobó que allí funcionó una dependencia del Correo Central de la Nación Argentina. Luego, en los comienzos del siglo XX, el solar albergó un inquilinato hasta que el edificio fue demolido y pasó a funcionar por años un estacionamiento. En el año 2017 cuando se realizaban obras de ampliación del estacionamiento se dió con los restos de la antigua cisterna.

 

“A partir de su descubrimiento, se trabajó arduamente durante más de un año limpiando todos los pozos que se fueron encontrando, así como también una segunda cisterna, 5 pozos ciegos y 4 aljibes. El equipo de arqueología encontró miles de pequeños pedazos de objetos y cientos de otros objetos en muy buen estado,enteros como vasos,vasijas, teteras,platos, peines,numerosos frascos de perfumes y hasta juguetes. Además, se rescataron utensilios de aseo doméstico como antiguas escobas. También,se hallaron huesos de mascotas, pero también de pollos e incluso espolones muy afilados típicos de los gallos de riña. El estudio y análisis de la basura encontrada permitió a los arqueólogos hacer una lectura muy interesante y reveladora acerca de cómo la gente de entonces llevaba adelante la vida cotidiana. Los objetos hallados en las excavaciones brindan detalles de los estilos de vida de la gente rica de la época como así también de la forma de vida de los que eran esclavos” explica  la Lic.Ana Igareta del equipo de Arqueología  (UNLP)

 

La antigua Cisterna

 

La Cisterna es la pieza fundamental del nuevo museo y su importancia radica en que por sus dimensiones , es una de las más grandes encontradas hasta la fecha en la región del Cono Sur, siendo un símbolo de prestigio social para la época en que fue construída .

 

El uso de cisternas fue una de las formas más utilizadas para el abastecimiento  de agua en la primera mitad del siglo XIX . Su particular diseño facilitaba la recolección y el almacenamiento del agua de lluvia proveniente de azoteas y tejados que,  debidamente canalizada, se direccionaba a un depósito subterráneo con cubierta abovedada. 

 

En este sentido, el contar con una cisterna era signo de distinción y prestigio social para la época. Entonces, al recorrer este espacio vemos como el agua o su falta, la sequía, se evidencian como hilos conductores de un relato expositivo dando lugar a distintas miradas e interpretaciones acerca de la función de la estructura en este lugar y su relevancia social. Sin dudas un espacio que invita a reflexionar acerca de la historia de la ciudad desde una mirada diferente . 

 

Quienes deseen conocer La Cisterna pueden acercarse los días miércoles, jueves y viernes entre las 13 y 19 horas. Los fines de semana,  el horario disponible es de 14 a 18. 

 

Related Posts