Estacionar la moto en la Galería Güemes

Marcelo Hidalgo Sola, un rascacielos y una Galería


Estacionar la moto en la Galería Güemes, en el corazón de la City porteña, es una experiencia completa. Esta Galería, rascacielos, teatro y centro comercial, también tiene un mirador y confitería que invitan al relax y a la charla amena. Solo queda pasar y vivir la experiencia.

De tanto en tanto el grupo urbano de los moto kultural, amantes de los buenos paseos y la cultura porteña, se hacen un espacio para desacelerar la moto y buscar el equilibrio entre los trajines urbanos. Esta experiencia que proponen hoy , comienza al estacionar las motos en Florida al 500, en la puerta de la Galería Güemes. Aquí en el rooftop se puede disfrutar de uno de los mejores after –hour de la ciudad con vistas increíbles y si el mirador del piso 14 , por casualidad del destino se encuentra abierto, se puede contemplar la hermosa vista de 360 grados de Buenos Aires al atardecer, una experiencia única. Desde aquí, el skyline de los edificios de la ciudad no tiene igual: las torres de las iglesias se combinan con las formas de las cúpulas y se cruzan con las siluetas de los rascacielos que se lucen con su impronta de futuro. 

De Rooftops y rascacielos

La terraza está ubicada en el piso 6. Allí, el clima invita a bajar los decibeles casi de manera instantánea. Un cálido deck de madera circundado de jardines verdes, mesas con iluminación tenue y música suave, son el marco que propicia una charla amena y el disfrute de la buena compañía. Solo la vista, que da a edificios añosos nos transporta a los inicios del siglo XX a una Buenos Aires de perfil parisino y art noveau.

Si bien la tendencia de los bares en terrazas está en clara expansión- según Marcelo Hidalgo Sola-, a la Galería Güemes le llevó un tiempo adaptarse y pensarse dentro de esta nueva modalidad porteña. Esto fue así porque la Galería siempre tuvo muchos usos y se debe evaluar el impacto que una nueva utilidad tendrá en el edificio, que está considerado como parte del Patrimonio Arquitectónico de la Ciudad. 

Experiencia rooftop Güemes

El rooftop bar pende de la azotea de la torre Mitre del edificio. Un sexto piso que vale más por lo que tiene cerca que por su altura: desde allí puede verse, a apenas unos metros, la señorial fachada de la ex Gath & Chaves. Y, además, tener un panorama privilegiado de las cinco cúpulas de Diagonal Norte y Florida, que están a escasos metros: la de cuatro pisos de su vecino “Miguel Bencich”, las dos del Edificio de Renta “Bencich”, la de tejado colonial del ex Banco de Boston y la de La Equitativa del Plata, exponente art déco.

El regalo para la vista abarca la misma Galería: para llegar al bar hay que recorrer parte del pasaje, tomar el ascensor -y deleitarse con sus detalles de broncería-, llegar al sexto piso y pasar de largo el departamento donde vivió Saint-Exupéry para salir a la terraza y admirar cómo a sus pies se erige el cuerpo de ocho pisos, más angosto y retirado, que elonga la Güemes hasta la planta 14.

Con la carta en mano, a la vista se despliegan variedades de picadas y vinos, pero el lugar invita a deleitarse con un plato gourmet “estrella”. Se trata de carnes asadas a la pierrade, un método de cocción de origen suizo que consiste en colocar lonjas de carne, pescado o vegetales sobre una piedra caliente, ubicada en el centro de la mesa, agregarle sal y dejar que se cocine. Es imposible sustraerse a esta experiencia que proporciona un deleite a los sentidos: el olor a fuego, piedra y carne suman el toque “pampeano” a la experiencia. “Nuestra pierrade propone carne de vaca y de cordero patagónico. Después puede acompañarse con salsas de distintos lugares de la Argentina”, explica Hernán Cattáneo, que junto a Claudio Fernández Solís están al mando del proyecto.

 Las puertas del Rooftop de la Güemes se abren para recibir al público de lunes a viernes de 17 a 21 , reserva mediante. Se recomienda no asistir espontáneamente ya que dada la importante demanda del lugar, no hay mesas disponibles. Toda reserva se toma para grupos de más de 8 personas. Recomiendan desde el sector de RRPP chequear la cuenta de Instagram del lugar para cerciorarse que el día que se desee reservar este disponible y el lugar no cuente ya con algún evento privado. Esto es muy común dada la ubicación céntrica y el perfil de llegada para los eventos y cócteles corporativos de las empresas de la zona.

 Ahora un poco de historia…

La Galería Güemes, que reabrió el mirador en 2013, es un ícono art nouveau de Buenos Aires y el primer edificio rascacielos de hormigón construido en Latinoamérica. Se inauguró en 1915 y fue obra del arquitecto italiano Francisco Terencio Gianotti, el mismo autor de la Confitería del Molino (1916). La galería que es popularmente conocida como el Paseo Florida, es en realidad un conjunto de cuatro edificios, con un total de 14 pisos y 87 metros de altura. Al momento de ser inaugurada la galería contaba en el subsuelo con un teatro, un cabaret y un restaurante. También contaba con pisos de vivienda que daban a Florida y pisos de oficinas sobre San Martín. En la terraza del piso 14, había otro restaurante con el mirador que fue íntegramente restaurado para seguir luciendo su vista frente a los más exigentes públicos , locales y turistas.

Hace algunos años la remodelación y puesta en valor de la histórica galería Güemes estuvo a cargo del arquitecto Luis R. Chaia. Para este arquitecto, las obras de remodelación “Contribuyeron a devolverle a la ciudad de Buenos Aires el brillo de comienzos de siglo pasado, con un edificio que, por sus características, tiene un significativo contenido artístico y patrimonial”. Gracias a estas obras, hoy se puede disfrutar de una experiencia única del lugar. El rooftop invita a estacionar la moto, el auto y los asuntos del trajín cotidiano a la puerta de la Galería y a disfrutar de una velada con buena música, vinos, comida y excelente vistas. Realmente, no se le podría más a un solo lugar.

 

 

Related Posts