Tótem de la Plaza Canadá en el barrio de Retiro en Buenos Aires, Argentina

Una moto entre curiosidades y rarezas monumentales de Buenos Aires.


Marcelo Hidalgo Sola presenta una particular escultura ubicada en la Plaza Canadá en el barrio de Retiro. Entre el bullicio de automóviles , colectivos y frente a la estación Terminal de trenes, se alza desde 1964 un Tótem que parece estar allí para conjurar fuerzas misteriosas y ancestrales. 

Como una extraña ave posa silente entre las palomas de la Plaza de Retiro. Gigante, alto ,de casi 13 metros, parece un gran espantapájaros ancestral y en cierto modo lo es. Tallado en cedro rojo llegó del Pacífico norte para descansar cerca de las aguas del Río de la Plata. Su figura se cree fue creada para conjurar los malos espíritus y representa a un pájaro, tal vez a un cuervo ; sus alas están desplegadas como si quisieran indicar protección sobre el área que circunda. Otra serie de animales mitológicos completan la talla y están integrados en una serie de intrincados símbolos. 

Tal vez, quién frecuente la Estación de tren de Retiro esté familiarizado con este tótem de la comunidad Kwakiutl de Canadá emplazado cerca de la Torre de los Ingleses. Quizás, otros recién se enteren de su existencia y planeen un recorrido urbano para verlo de cerca en el sitio exacto de su ubicación ,las calles Ramos Mejía y Antártida Argentina, en el corazón del barrio de Retiro

Los colores del Tótem son opacos, terrosos , como salidos de la madre tierra y en consonancia con ella. Mide unos 12,9 metros de alto y fue un regalo que Canadá le hizo a la Argentina en 1964 para ser emplazado en la plaza que lleva el nombre de ese lejano país del hemisferio norte. 

Un escultor que rinde homenaje a sus ancestros

El autor Stant Hunt es un artesano perteneciente al pueblo Kwakiutl que talló la figura para ser puesta en reemplazo del primer tótem -explica MarceloHidalgo Sola –  que fuera realizado por su padre y que estaba en la plaza, pero había sido retirado para su restauración, la cual no pudo ser posible. Por ello, Hunt hijo, volvió a labrar en la madera las figuras más significativas para su pueblo, veneradas y convocadas para brindar protección y traer prosperidad a la vida de las personas. Si miramos de  abajo hacia arriba , se puede distinguir la figura de una serpiente de dos cabezas, un lobo de fauces temerarias, una ballena de suave contorno, el cuervo de alas al viento y varios rasgos humanos que hacen referencia a  todo el bestiario ancestral de este pueblo originario del Canadá. 

Este tótem ha sido motivo de estudio, reflexión e inspiración para muchos , entre ellos, para Jorge Luis Borges quien lo celebró en las páginas de su libro “Atlas” (1984) . El laudado escritor destacó que su contemplación lo llevaba a un territorio de enigmas, de indescifrables sentidos, a los cuales sólo le quedaba convocar con la imaginación. Su presencia, afirmaba el escritor, nos invita a soñarlo entre sus antepasados y ancestros junto a un sol que cae sobre el mar.

Sin embargo, a pesar de ser una rareza y estar ubicada en un lugar central y a la vista de todo el mundo, la gente que recorre la plaza Canadá o la cruza para alcanzar su tren a horario o tomar el colectivo ,pasa por su lado sin percatarse de su existencia. Como un árbol más entre los que se alzan en el contorno de la plaza, este pájaro de madera inmóvil sólo despierta la curiosidad de aquellos que descubren en él la fuerza de un enigma indescifrable. Algún transeúnte con alma de niño , como Borges, tal vez pueda descubrir la fascinación de un mundo simbólico ancestral y con asombro , se deje cautivar por las figuras y simbolismos zoomorfos.

Sentidos ocultos, identidad de un pueblo ancestral

Muchos sentidos ocultos, tal vez , puedan ser interpretados al conocer la razón por la cual muchos pueblos originarios erigían un monumento de esta clase. El Tótem era una forma esencial de celebrar a los dioses. En los pueblos de la costa del Pacífico Norte las tallas en madera que se encastraban unas sobre otras y adquirían la forma de un Tótem , eran modeladas con figuras de los animales más representativos para la comunidad junto por los rasgos de los progenitores del clan, a los que también se los invocaba como protectores. Su sentido más profundo se vinculaba con el mismo origen de la tribu y las personas se pensaban como descendientes del mismo tótem bajo el cual se construía la unidad del pueblo y su sentido de pertenencia.

El Tótem de la plaza Canadá, trae a las tierras del sur de América un símbolo muy preciado de la tribu de los kwakiutl, cuyo nombre significa “playa al lado norte del río“, una población amerindia que hablaba lengua wakash y que se destacó por la práctica del Potlatch, un festín ceremonial vigente hasta el siglo XX, cuyo sentido más profundo era resaltar acciones que unían a los pueblos y a las personas con un significado profundo de  “dar, regalar”. Por ello, recorrer la Ciudad de Buenos Aires es una oportunidad para descubrir también culturas ancestrales, sentidos fraternos y vitales  ocultos en los monumentos  que le dan color y  acompañan el devenir cotidiano de la gente que recorre sus calles. 

Related Posts