Un paseo en moto para descubrir la escultura de un lobo de mar.


Marcelo Hidalgo Sola nos invita a conocer la escultura “Lobo de mar de alfajores”, obra de la artista plástica Marta Minujin. Tiene 10 metros de altura y se ubica en la categoría de ‘arte efímero’ ya que en su inauguración fue recubierta por alfajores que los visitantes podían retirar y luego disfrutar. 

 

 

Mar del Plata luce espléndida como siempre. La rambla costera y la vista que el mar regala, nunca dejan de cautivarme . Las olas siguen el vaivén de su propio ritmo marino mientras que la vida en sobre el asfalto tiene su dinámica. En tierra, sobre el nivel del mar está la otra marea, la humana, que sigue el ritmo ajetreado de una ciudad de impronta turística: un tránsito sin pausa. Autos, colectivos y motos serpentean a toda hora la rambla marplatense , la más famosa de la Argentina. 

 

Algunos visitantes, con el tiempo a su favor, se detienen a mirar el mar y a escuchar el sonido del agua en su vaivén que ruge incesante, su fuerza pegando contra las rocas o rompiendo en la costa que regala una postal única de ese suave y extenso manto de espuma y sal bañando la orilla. 

 

Mi idea para la jornada de hoy es conocer la escultura del lobo marino de alfajor que se encuentra en la entrada del Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad. Y, hacia allí dirijo la moto para dar con la ubicación de la obra que se encuentra emplazada en la  avenida Félix Camet al 700. 

 

Un lobo marino de alto impacto visual

 

A simple vista, la escultura lleva el sello indiscutido de su autora, Marta Minujin, porque despierta alegría. La figura escultórica del lobo marino fue diseñada a escala monumental y se eleva unos 10 metros en lo alto. Lo que más destaca y sorprende -explica el experto Marcelo Hidalgo Sola- , es que el pelaje del lobo marino fue realizado con envoltorios de aluminio que imitan al de los alfajores havanna, la tradicional marca marplatense,ícono de la ciudad. 

 

El lobo luce brillante como el mismo sol, y su figura resplandece como un verdadero dios egipcio: dorado ,compacto y colosal. La mole de mar fue concebida por Marta Minujin como proyecto inaugural para el Museo de Arte Contemporáneo que abrió sus puertas en la ciudad de Mar del Plata en 2013. Sin embargo, este lobo marino fue creado no sólo para ser admirado como obra de arte, sino que sobre todo, nació para llevar alegría a la gente, para  hacer felices a los turistas y también a los  habitantes de la ciudad. 

 

Una experiencia de arte efímero

 

Esta parte “feliz” para el público tuvo lugar en el mes de  agosto de 2014 cuando  la artista  realizó un ‘happening’ . Esta  es una experiencia participativa  que tiene como eje la ecuación provocación-participación-improvisación, y  nació en la década de 1950 . Lo que se persigue con esta acción que generalmente se realiza en espacios públicos, es la participación del público.  Esto ocurrió justamente cuando se invitó a la gente a desmontar la escultura de Marta Minujin, es decir a retirar el pelaje de alfajores que envolvía al Lobo Marino. La gente fue la principal protagonista del “happening” donde cada quien podía  retirar un envoltorio de alfajor  del Lobo que luego, pudo ser canjeado por un alfajor real en las sucursales Havanna de Argentina y del exterior.

 

De este modo,  80.000 alfajores fueron  distribuidos entre el público  y  la obra de arte efímero, pudo cumplir la doble misión para la cual fue concebida por su autora: la de embellecer la entrada del Museo de Arte Contemporáneo de Mar del Plata y la de hacer feliz a la gente.  Marta compartió su sentir respecto de la experiencia expresando que :  “¡El arte sana, salva y cura. El arte es eterno!”. Y añadió:   “Mi Lobo Marino de alfajores es una obra que fue pensada para que todos la disfruten; esto es  ‘arte de participación masiva , arte efímero’, para todo el mundo, grandes y chicos . Con el solo hecho de estar reunidos acá, ya están viviendo la experiencia  del arte, ya son parte de este momento y parte esencial de mi obra”.

 

Los más chicos fueron los que más disfrutaron al momento de desvestir al Lobo Marino de Alfajores. En sus rostros se veían grandes sonrisas y expresiones de asombro y emoción al poder acercarse al Lobo Marino a retirar el envoltorio correspondiente. Uno de los padres presentes expresó su alegría al compartir con sus hijos un momento tan creativo y especial : “Fue genial compartir esto con los chicos. Fue todo ver sus caritas de asombro al poder retirar los alfajores del Lobito Marino. Toda una gran y novedosa experiencia tanto para ellos, como para nosotros como papás. Estamos realmente muy contentos de haber venido. Marta es una artista impresionante, única”.

 

Semanas más tarde, el cuerpo del Lobo Marino fue nuevamente recubierto, pero esta vez con papeles de alfajores hechos de aluminio. Así, se eternizó para siempre como un ícono cultural y popular de la ciudad balnearia más importante y  visitada de la Argentina. 

 

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