Ignacio Sáenz Valiente experto en viajes en moto y circuitos turísticos nos adentra en una nueva aventura en dos ruedas.

Cuando de aventura en moto se trata Ignacio Sáenz Valiente siempre está listo y al pie del cañón. En esta ocasión su pasión rutera  lo llevó a visitar tierras mendocinas. Con su hijo Francisco y sus compañeras de aventuras, las motos, eligieron como telón de fondo  la cordillera. Allí fija e inamovible sería la acompañante silenciosa de toda su travesía.

La Cordillera, dice Sáenz Valiente, fue el marco dorado de esta aventura. Las motos nos llevaron por zonas de viñedos, cañadones, valles, hondonadas, ríos y arroyos y allí, siempre,  estuvo ella, cobijándonos bajo su manto y sus picos nevados como ángeles protectores. La naturaleza- destaca Sáenz Valiente- te marca la pauta del viaje, y mucho más si vas en moto. Si el clima es bueno y el sol invita a hacer un buen kilometraje en ruta , es un aliciente, una motivadora. En cambio si el pronóstico dice que  toca lluvia o vientos fuertes, más vale que  respetes la pausa impuesta, porque , según la zona que te toque atravesar, la magnitud del viento será tal que  te puede hacer desestabilizar la moto;  más si uno se conoce, se  entusiasma y sabe que está dispuesto a andar a todo motor.

Una moto se asolea en las termas del Sosneado.

El Sosneado es una localidad que se encuentra a 142 km de la ciudad de San Rafael. Al pie de la precordillera, recibe al visitante con unas piletas naturales de aguas termales de azul aguamarina. Es el lugar ideal para realizar actividades al aire libre que permiten el contacto directo con la naturaleza . Se puede acampar ,inmersos en la soledad que reina en los alrededores ,y realizar tranquilos y largos  paseos.

Si uno tiene moto, como nuestros amigos Ignacio y Francisco Sáenz Valiente ,la aventura comienza al acercarse a los caminos sinuosos de la pre-cordillera. Aptos y diseñados para estos rodados, poder levantar velocidad en los  caminos  de quiebres abruptos y de intensos  altos y bajos , llevan al máximo la adrenalina de los amantes del deporte en dos ruedas.

La pasión por las motos es compartida en este lugar por jóvenes que se alistan en estos terrenos para competir de modo profesional a nivel nacional. Por las características propias que adquieren los circuitos,  no existe otro lugar mejor en el país para entrenarse,  y el lugar se puebla de filas interminables de motos que  temporada alta vienen a sacarle chispas a las piedras. En invierno los circuitos de entrenamiento para las motos permanecen cerrados por las abundantes nevadas , situación que se revierte al finalizar la primavera, momento en el cual los apasionados de las motos florecen también  en los circuitos del Sosneado.

Paseo en moto por una famosa Laguna mendocina: Laguna Sosneado.

La belleza del Sosneado no se agota en sus termas y paisajes montañosos . La bellísima laguna que lleva este nombre recibe a todos los visitantes con sus aguas mansas del deshielo cordillerano. Aquí los amantes de las motos pueden realizar breves recorridos por los márgenes de la laguna y apreciar como en una postal , la inmensidad del valle que la contiene: el verde de los contornos, los árboles que se agrupan y son la cortina natural que corta el aire frío que baja de la montaña y avistar gran cantidad de aves autóctonas que despliegan su ir y venir frente a los ojos del visitante.

Sáenz Valiente dice que en este valle quedó prendado de la vida abundante que se desborda en toda su magnitud y que , obliga a todo viajero, ya se encuentre en auto, a pie o en moto , a realizar una parada obligada y posar los ojos sobre toda la deslumbrante naturaleza para apreciarla con detenimiento y en todo su esplendor.

Atravesando en moto el Cañón del Atuel

Llegar en moto desde el Sosneado al Cañón del Atuel , toma alrededor de dos horas. La ruta está en excelentes condiciones y muy bien señalizada. Para muchos que no sean asiduos corredores de estos caminos, les llamará la atención la gran  cantidad de camiones con acoplado que van uno tras  otro  asemejándose a  aun infinito ciempiés. Aquí es donde la destreza de los pilotos de las motos se despliega para aventurarse y pasar a los gigantes de las rutas. La adrenalina, junto con la velocidad suben a un nivel impensado, la sensación extrema de alcanzar en breves minutos la delantera y sortear al camión es energizante. Francisco, el hijo de Sáenz Valiente es experto en esta cuestión y dice que recorrería una y mil veces esta ruta para poder pasar a los camiones. Por supuesto que no es un juego, aclara, pero reconoce que la edad, ahora a sus veinte , le permite realizar esta audaz maniobra confiado ya que tiene fe en sus reflejos a la hora de algún imprevisto. Lo importante , dice su padre Ignacio, es siempre salir a la ruta en óptimas condiciones. Tener la moto a punto, con las ruedas chequeadas y calibradas para asegurarse que están en óptimas condiciones a la hora de salir a terrenos exigentes.

Una vez que la moto llega al Dique del Atuel, sí que es momento para  hacer un alto , relajarse y descansar. Hay postas para recargar energías , almorzar de modo portentoso y luego lo ideal es donde se pueda , hacer una buena siesta reparadora. Está llena la zona de gran actividad comercial , incluso se puede conseguir fácil un lugar para realizar el service de la moto en caso de requerirlo.

Una vez que se han recuperado las energías es hora de disfrutar del dique.  A solo unos minutos en moto , se llega a este espectacular espejo de agua para realizar los más diversos deportes y actividades. Se puede disfrutar del windsurf, kitesurf, kayaking, paseos en lancha y hasta de maratones de pesca.  Aquí con tanta oferta de diversión , el disfrute con la moto quedará en segundo plano. Mientras tanto, como buenos amantes de la naturaleza y de los deportes de agua, podemos resignarnos a pasar unos breves instantes sin  nuestra querida compañera de ruta, la moto  y disfrutar de las propuestas que se nos despliegan antes de volver con ella al ruedo, a la ruta.