viaje en moto a Salta

Con Ignacio Sáenz Valiente recorremos en moto Salta la linda.


Una nueva aventura por  los puntos más atractivos de Salta capital.

Llega el verano y  con él , se despiertan las ganas de emprender nuevas aventuras. El termómetro sube la temperatura e invita a transitar las rutas a toda velocidad. Visitar Salta  es, para los amantes de los destinos nacionales, una obligación.  Muchos de nosotros , por el colegio o por tradición familiar, quizás,  hemos crecido escuchado la historia de las gestas patrióticas, del Gral Martín Miguel de Güemes , de los prodigios y milagros del Señor del Milagro y también de los deslumbrantes cerros salteños con miradores naturales hacia la ciudad. Salta es aventura.  Y descubrirla,   requiere  sólo de  tomar impulso:   chequear la moto, organizar las paradas para las postas mecánicas, de descanso , de alimento, de combustible y  lo más importante , activar las ganas de disfrutar del recorrido

 

Llegada en moto a la Plaza Principal de Salta capital

 

Llegar a la Plaza 9 de Julio es llegar al oasis de la ciudad. La cantidad de árboles es impresionante. Al recorrer el perímetro con la moto, observamos: palmeras, jacarandáes, ceibos, naranjos y olivos. Parece que estamos en medio de un vergel pero no ; estamos en el centro político, social y comercial de la ciudad de Salta. Alrededor  de  la plaza  se ubican los principales edificios históricos, públicos y religiosos: el Cabildo histórico, la Catedral Basílica y los museos de arte moderno y contemporáneo.  

Es un punto turístico muy visitado y con la moto nos arrimamos a un contingente que está detenido escuchando a su guía. Entonces , el guía va contando que la plaza  fue fundada en el año 1582 , por el explorador español Hernando de Lerma. En sus comienzos, prosigue el guía, la plaza tenía un aspecto muy diferente del actual. Era un páramo. Un espacio vacío y seco, que era utilizado como establo y cochera de  los funcionarios del Cabildo.  También era el sitio en donde se ejecutaba a los criminales y se leían las reales cédulas de España.

Nos alejamos del guía y enfilamos con la moto hacia la entrada de la Catedral Basílica. Es una imponente construcción que combina varios estilos. La fachada destaca por las columnas y pórticos barrocos: mucho movimiento , decoración y figuras se mezclan en el conjunto en el que predomina el color rosa claro con el dorado. La construcción es relativamente nueva en comparación a la antigüedad de la ciudad. Ello se debe a que la Catedral fue reconstruida íntegramente luego del terremoto que devastó la ciudad en los años 1850. En su interior se haya la milagrosa imagen de Señor del Milagro de Salta que todos los 15 de septiembre sale en procesión por la ciudad. Una vez al año , para quienes deseen hacer una procesión en moto , hay comunidades que se congregan por Facebook y organizan una peregrinación en dos ruedas. También juntan en el camino , donaciones que hacen llegar oportunamente a distintas instituciones dedicadas a la caridad o que acompañan a poblaciones rurales carenciadas.

Para los devotos de la Fe católica, como Ignacio Sáenz Valiente, la peregrinación en moto con el Señor del Milagro es una excelente ocasión para combinar fe y compartir la pasión por las motos. Durante una tarde, la imagen auxiliar del Señor del Milagro es llevada en andas entre dos motos y secundada por un conjunto de peregrinos que visitan  a lo largo de la tarde, los lugares religiosos  más significativos de Salta capital . Se congregan alrededor de 400 motos en torno a esta pasión que se repite año a año y que  ya lleva 10 sin interrupciones.

La imagen del Señor del Milagro es particularmente significativa para los salteños  ya que cuenta la historia que detuvo uno de los terremotos más terribles que azotó a la provincia. La tierra rugió tremendamente y  el párroco de la Basílica en la desesperación,  se le ocurrió sacar el Cristo del Milagro a la calle y el terremoto cesó casi de inmediato. Por ello, todos los 15 de septiembre , a pie, en moto y en colectivos desde todos los puntos de Salta , se acercan los peregrinos para tributarle honor y agradecimiento a la imagen milagrosa del Señor del Milagro.

 

Día de excursión  en moto al cerro San Bernardo

 

Unos kilómetros al norte de la ciudad capital, se encuentra el famoso cerro San Bernardo.  Para los amantes de los circuitos en moto es ideal para disfrutar de unas subidas empinadas espectaculares. También mientras se sube el tramo cuesta arriba, las curvas y agudas contra curvas , que a muchos ponen las piel de gallina, presentan un circuito cargado de adrenalina.

La cumbre del cerro despliega una vista panorámica increíble de toda la ciudad. Es un mirador natural con espacios para pasar desde la mañana hasta la puesta del sol disfrutando de la naturaleza con todas las comodidades urbanas. Se puede estacionar la moto y comenzar el paseo por la cumbre que va desde caminatas por senderos bien señalizados o descansar en la fuente de agua artificial que despliega como una formidable imitación catarata.

Aquí, quien haya subido a la cima estará a una altura de 1471 metros sobre el nivel del mar. Y a los pies,  aproximadamente 1100 metros,  se haya el comienzo ciudad de Salta.  Recorriendo la  cumbre llegamos al lugar en donde se levanta el monumento al Gral Martín Miguel de Güemes valiente defensor de la frontera del norte en la lucha por la Independencia. Aquí también el día de la conmemoración del fallecimiento del Gral Güemes, los llamados “Gauchos del Gral” se reúnen a rendirle tributo con una peña folklórica y un bellísimo fogón , en una guardia que dura toda la noche.

El broche de oro de una jornada espectacular es, según Ignacio Sáenz Valiente ,al atardecer, llegarse hasta el mirador norte que despliega como en una  imagen de postal la  increíble vista de la ciudad de Salta .  Ver el cúmulo de casitas con el cielo en pinceladas doradas y cárdenas es un espectáculo que no tiene precio. Luego de este momento  vivido, sólo queda emprender el regreso con el alma agradecida  por la belleza contemplada. El descenso en moto, luego de la puesta del sol amerita un  profundo silencio para guardar en el corazón las maravillas de la jornada.

 

 

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