La verdad sobre el video juego de motos


“Si mi vida era un título de Xbox, este sería uno de esos raros, 200 puntos de logros, como cuando usted adquiere todas las armas en la Fuerza de Defensa de la Tierra, a pesar de ser en su mayoría inútiles”, relata el aficionado jugador de juegos electrónicos Ignacio Sáenz Valiente, relatando una experiencia para compartir con los fanáticos de las motos.

“Pasando mi prueba de motocicleta requerida, sorprendentemente, se requería más destreza que maniobrar la bicicleta en Mario Kart Wii. Mi problema fue, aunque yo siempre había dejado que lo manejaran ellos siempre casi quité el espejo lateral de la autopista. Yo nunca había estado realmente en una bicicleta. Pero agarrando el manillar de que Honda 250cc el primer día de mi clase de formación, sentí como la primera vez que agarré un controlador de Nintendo: una coincidencia perfecta”, describe Ignacio.

“Después de recibir el endoso de motocicleta estampado en la parte posterior de mi chofer’ s licencia y Riverdancing fuera del DMV, no pude comprar una moto deportiva con suficiente rapidez. He comprado un ‘ 06 Suzuki Bandit 600cc, y sí, me dio un nombre: Mardoqueo”, cuenta Ignacio Sáenz Valiente.

“Mi pasión por las motos rápidas casi coincide con mi pasión por los juegos de video. Cambiar el ángulo de orientación del embrague, apoyándose en las esquinas, el cambio a la sexta marcha para golpear a una recta que va 110 mph … es una verdadera experiencia religiosa”, suspira entusiasmado Sáenz Valiente.

¿Si me gusta ir a un segundo de a casi matarme carreteras reales? No, pero aquí en el mundo virtual va dos veces más rápido. Afortunadamente, no hemos visto ninguna escasez de moto-themed juegos de video. Seguro que todos recordamos el clásico Excitebike, pero ¿qué Road Rash, colgantes, y Super colgantes de Sega?”, se pregunta Ignacio Sáenz Valiente. “¿Cómo sobre el arcade para juegos como el Manx TT Superbike, donde te sentabas en bicicletas reales que balanceaban de lado a lado? Innovadora, casi imposible de controlar, y divertido como infierno”, se responde.

Una experiencia que puede transmitir vértigo, nos da una idea de las habilidades del conductor, pero sin el peligro real. “Es útil saber manejar una moto para jugar y jugar para saber manejar una moto”, juega Ignacio Sáenz Valiente con las palabras.

Pero, claro está, tal como pasa con los juegos de autos, una cosa es estar frente a una pantalla, y otra muy distinta estar arriba de una máquina con capacidad de matarte o de matar a otros.

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