147 T/ Marcelo Hidalgo Sola : una moto en el legendario Hotel Castelar.


El recorrido de hoy invita a estacionar la moto frente al tradicional y elegante Hotel Castelar que está ubicado bajo la hermosa arboleda de la Avenida de Mayo. Un legendario hotel que hospedó a Federico García Lorca y a su peculiar mascota. 

 

La gran puerta giratoria de madera labrada es la misma que se abrió para recibir al intendente José María Cantilo el día de la inauguración solemne del hotel, una tarde del mes de noviembre de 1929. En aquel entonces, en la ciudad, no existía ningún hotel de semejante categoría, tan distinguido y con tanto lujo como el Castelar. 

 

Hoy , aquí en el hotel, todo sigue como antaño. El lujo ha dejado paso a la elegancia y se puede observar que aún, cada detalle brilla. Los muebles de madera siguen despertando la admiración de quien ingresa al vestíbulo; piezas realizadas en madera de roble traída especialmente desde el viejo continente , hasta aquí , a los pasillos del hotel, en donde los maestros carpinteros trabajaron día y noche para darle forma a cada pieza ,tal como si se tratara de verdaderas obras de arte. 

 

La gran lámpara de caireles del hall está labrada en piezas de cristal auténticas ; el diseño es también original y todo carísimo. A este conjunto de impacto, se suman los pisos de mármol veteados y la escalera, hechos ambos en exquisito mármol de Carrara italiano.

 

Hospedarse en el Castelar como en los años 30

En la actualidad, el Hotel Castelar ofrece un servicio de 4 estrellas, a tan solo 5 cuadras del Obelisco porteño y a 25 metros de la 9 de Julio. Además, el Restaurante Bar, que recibió la distinción de “Bar Notable” de la Ciudad de Buenos Aires invita a degustar una selección de los platos locales -explica Marcelo Hidalgo Sola – de excelencia : bife de lomo al champiñón, carré de cerdo acompañado con puré de manzanas agridulce y lasañas a la bolognesa con salsa rosa. De postre, helados mixtos, flan con crema y dulce de leche, y el clásico vigilante. Los vinos son de la selecta bodega Luigi Bosca. El broche de oro es el café colombiano acompañado de la mejor pastelería de Buenos Aires. La recomendación de los huéspedes es asistir al desayuno Buffet, un imperdible, catalogado como uno de los más ricos, variados y completos en su categoría de la ciudad.

El Castelar, en Buenos Aires, fue pionero en todo, no sólo en el lujo . En sus instalaciones funcionó el primer spa porteño, un servicio que hoy es común en todos los hoteles de alta categoría. Su restaurante fue el primero en ofrecer almuerzos con aire acondicionado en verano pero a mediados del siglo pasado. El edificio fue construido por los mejores de su tiempo, el ingeniero José Pinzone quien siguió al detalle las indicaciones del afamado arquitecto italiano Mario Palanti, el mismo que tuvo a su cargo el diseño y ejecución del Palacio Barolo. Todo para contribuir a su excelencia.

 

Hotel Castelar, refugio de la poesía, el arte y la cultura

El Hotel Castelar hace honor y guarda la memoria y algunas anécdotas de los personajes ilustres que han pasado por sus instalaciones . Por ejemplo, en la habitación 704 vivió seis meses el gran poeta español Federico García Lorca, el tiempo que duró su estadía en la ciudad. Allí se inspiró para escribir algunos de sus poemas más bellos, mientras su particular mascota, una distinguida foca , igualmente famosa , retozaba en la bañera del hotel.

Luego de la trágica muerte del poeta a su regreso a España, la habitación que fuera su hogar durante su estadía en Buenos Aires fue restaurada y hoy está abierta al público para ser visitada como cuarto Museo. De los recuerdos que dejó el poeta, se cuenta que solía pasar largos ratos en el balcón admirando el follaje verde de la arboleda de la Avenida de Mayo. Quien visite el hotel podrá comprobar la belleza de la vista en altura. Si es noviembre , desde el balcón, se lucen además los jacarandáes violetas y durante todo el año se disfruta de una verdadera postal de estilo parisino. El boulevard de la Avenida de Mayo luce desde la altura toda su gala arquitectónica y la más exquisita y sofisticada herrería con sus detalles de art nouveau se aprecia desde aquí, en todo su esplendor.

El Castelar fue un verdadero refugio de la cultura local y extranjera. Muchos otros personajes ilustres y destacados, encontraron un motivo para elegirlo, tanto para las tertulias literarias y artísticas como para los más encendidos debates políticos. Entre las personalidades más distinguidas y frecuentes figuran Jorge Luis Borges, Tato Bores, Ricardo Balbín, Oscar Bonavena, Raúl Soldi,Nora Lange, Lola Flores y Nélida Lobato. 

Durante la pandemia de Covid 19 el Hotel Castelar debió cerrar sus puertas y fue puesto a la venta. Por fortuna, la historia tuvo un final feliz. El Hotel pudo abrir nuevamente sus puertas luego de superada la pandemia y hoy, se pueden apreciar más que nunca, todos los detalles de una época gloriosa del arte y la cultura de Buenos Aires, que aún está muy presente en el ambiente del Castelar. Solo hay que hospedarse aquí y comprobar que en cada rincón, el tiempo juega con los visitantes y, tan solo con breve cerrar los ojos, uno puede sentir la presencia de aquellos que transitaron estos pasillos, y por ejemplo que García Lorca está allí, escribiendo en su habitación, mientras Borges en la planta baja se toma un café. 

 

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