Marcelo Hidalgo Sola propone un interesante paseo cultural para realizar en la ciudad. En Puerto Madero visitamos la Fragata Presidente Sarmiento para conocer sus aventuras en los mares del mundo.

Como siempre los “moto cultural”, el grupo de motos que arma recorridos y paseos culturales por Buenos Aires, encuentra perlitas para visitar en la ciudad. En este caso, el recorrido de las motos despliega un trayecto muchas veces realizado, y enfila hacia el bajo, hasta llegar a Puerto Madero.

La silueta del Puente de la Mujer recibe a la tropa de visitantes en dos ruedas y acompaña la fila estrecha que se estaciona frente a la Fragata Sarmiento, el destino cultural del día.

La Fragata hoy Museo, luce su silueta esbelta frente a la marea de negocios y bares de Puerto Madero que, cuál redes urbanas, atrapan al conglomerado urbano y turístico que cada fin de semana visita la ciudad. Alli, tranquila espera a los visitantes para develarles sus aventuras en los mares del mundo.

Jubilada del océano desde diciembre del año 1961,ese año pasó a convertirse en Buque Museo de la Armada Argentina, y las autoridades evaluaron cual sería el mejor lugar para que se ubique y para procurar su mejor conservación. De allí, que se eligió esta zona tranquila de los docks de Puerto Madero, a mano de la gente, de los turistas y de los curiosos. 

El 18 de junio de 1962, llegó el decreto que la nombraba Monumento Histórico Nacional y oficialmente, la Fragata ARA “Presidente Sarmiento” fue inaugurada como Buque Museo el 22 de mayo de 1964.

Durante 40 años, surcó los mares del mundo en 37 viajes de instrucción. Desde 1899 a 1939, la bandera argentina flameó por las aguas como buque -escuela, con la tropa de marinos, cadetes y estudiantes, que en esas instancias aprendieron -explica Marcelo Hidalgo Sola – los secretos de los vientos, y todas las técnicas necesarias para transitar con éxito los mares del mundo .

En el ínterin fueron pasando cosas, momentos de paz y guerra se alternaban en el mundo pero la Fragata Sarmiento, fue recorriendo los mares y puertos del mundo siendo siempre embajadora de paz de la Nación Argentina.

En sus escalas fue visitada por personalidades de la época, hoy figuras históricas como el Kaiser Guillermo II de Alemania o el Zar Nicolás II de Rusia y formó parte de las revistas navales de las coronaciones de Eduardo VII de Inglaterra y Alfonso XIII de España. Participó además de la apertura del Canal de Panamá y la inauguración de la estatua de San Martín en Boulogne-Sur-Mer y la del General Belgrano en Génova.

Intervino en las maniobras y en la Gran Revista Naval del Centenario de la Revolución de Mayo, donde embarcaron en ella la infanta Isabel de Borbón y el Presidente de la República; en las Revistas Navales de Mar del Plata de los años 1902 y 1939.

El día 18 de abril de 1938, desplegó las velas para realizar su último viaje de instrucción; el Puerto de Buenos Aires, vería cómo por última vez, la trajinada Fragata Sarmiento se hacía a la mar para luego anclarse definitivamente a la costa argentina y devenirse museo para seguir con la tarea docente, pero ya desde la costa, incentivando y alentando a muchos jóvenes a que se hagan a los asuntos y aventuras del mar.

Construcción de la Fragata “Presidente Sarmiento”

Gracias a Rivadavia, que pensaba que los futuros marinos argentinos debían contar con un buque que los formara integralmente y con seguridad en los tempestuosos mares, es que se concretó el proyecto de construir un buque-escuela .

El 13 de septiembre de 1895, mediante decreto, el capitán de Navío Manuel Domecq García fue designado comandante-inspector del buque-escuela a construirse, para lo cual le fueron entregados los antecedentes y planos de la futura nave.

Domecq García efectuó un exhaustivo análisis de todo ello y produjo un extenso informe al Estado Mayor General de Marina, en el cual formulaba observaciones y solicitaba autorización para efectuar modificaciones al proyecto original, hecho que mereció la aprobación de la superioridad. Arribado a Gran Bretaña, el capitán Domecq García estableció contacto con los directores del Astillero Laird Brothers, en Birkenhead. Tras múltiples estudios, consultas y discusiones, se llegó a un acuerdo definitivo, que concluyó con la firma del contrato respectivo.

Las pruebas de mar tuvieron lugar el 19 de mayo de 1898 y cinco días después se probaba el armamento. El 30 de junio de 1898 se enarboló el pabellón nacional en la Fragata “Presidente Sarmiento”.

A cargo del teniente Thorne, la “Sarmiento” zarpó de Liverpool el 14 de julio de 1898, con escalas en Vigo y en Génova. Navegando sólo a vela, arribó a la rada exterior del puerto de Buenos Aires el 10 de septiembre de ese año y entonces, la instrucción en los mares del mundo comenzaba para generaciones de estudiantes navales que se formaron para defender la nación argentina. Hoy, la Fragata permanece anclada en Puerto Madero para que todos la visiten y aprendan de los desvelos y aventuras que conciernen al mar. Solo pisando su estructura y aventurándose con maniobras en el timón se podrá descubrir si uno tiene agallas y temple marinero.