MHS 137 C2/ De motos, autos antiguos y reliquias papales: un alto en el Museo del A.C.A


Marcelo Hidalgo Sola nos invita a estacionar la moto para conocer el Museo del Automóvil Club Argentino (A.C.A.). Un lugar único para descubrir modelos de colección auténticos y otras joyas y reliquias únicas del sector automovilístico. Con entrada gratuita se puede visitar los días de semana. Un paseo Imperdible.

Para los amantes de los autos antiguos, la ciudad de Buenos Aires ofrece un espacio en donde podrán encontrar su deleite. Un lugar que guarda verdaderas “joyas” automovilísticas del pasado.

La cita será en el museo del Automóvil Club Argentino, ubicado en Avenida del Libertador al 1800, donde se encuentra la sede central de la institución. Desde el exterior, las grandes siglas hechas de bronce con las iniciales A.C.A resplandecen en dorado e invitan a estacionar la moto .

El museo guarda en su interior una colección sorprendente. Aquí se pueden contemplar distintas piezas que forman parte del patrimonio histórico del A.C.A y, a la vez, rinden un merecido homenaje a los que fueron en el país y en el mundo , pioneros del automovilismo turístico y deportivo.

 

Un “papamóvil” original en exposición 

Entre las piezas de colección se encuentran , por ejemplo, el vehículo que usó el Papa San Juan Pablo II al momento de realizar la visita a la Argentina en el año 1982. Una visita que tuvo como motivo interceder por la paz en los momentos en que el país se encontraba inmerso en la Guerra de Malvinas. El modelo o “papamóvil” se conserva en la actualidad en perfecto estado y puede ser visitado en el primer piso de la sede central del del A.C.A dónde funciona el museo.

La historia alrededor de la construcción del vehículo que usó el Santo Padre en su visita a la Argentina es muy peculiar y forma parte del anecdotario-explica Marcelo Hidalgo Sola- de la institución. Cuando se conoció que San Juan Pablo II visitaría Buenos Aires, el Arzobispado porteño le encomendó al ACA el diseño de un vehículo en donde fuera posible , con la protección necesaria, que la figura del Papa pudiese ser observada por los fieles : es decir, lo que se conoce popularmente como “papamóvil”. 

Para cumplir con el pedido se procedió a la remodelación de una grúa marca Ford, (modelo 1981) , que se rediseñó con las medidas de seguridad estipuladas por el Vaticano, luego del atentado que sufriera el Santo Padre el 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro.

En honor al Papa

Un grupo de operarios de planta del Automóvil Club fue especialmente seleccionado para la reconstrucción del vehículo y, debido al poco tiempo y a la importancia del encargo, hicieron el trabajo pretendido “ad honorem” y en jornadas de trabajo que se extendieron hasta 24 horas.

A la buena predisposición de los empleados se sumó la ayuda de una empresa del rubro metalúrgico (Bottegarzzone Hnos) y de la empresa de cristales Santa Lucía, que aportaron los elementos y materiales necesarios para llevar adelante la compleja y rápida construcción del papamóvil de manera totalmente desinteresada.

Además del famoso auto papal, el museo del ACA guarda numerosos autos antiguos y de carrera, como también una tupida colección fotográfica relacionada con las viejas glorias, trofeos, publicidades, cascos, carteles de ruta, y distintas evocaciones del corredor Juan Manuel Fangio, el más grande de nuestra historia nacional , así como el primer registro de conducir que fuera entregado a una mujer en el año 1912.

Más joyas y reliquias de colección

De la visita en 1982 del papa San Juan Pablo II también se conservó otra pieza, hoy considerada como una reliquia. Se trata de un colectivo de la línea 501 que fue acondicionado y adaptado para ser utilizado por el Papa y una comitiva de periodistas en la visita a la Virgen de Luján. Allí el Papa celebró una misa y luego regresó a la ciudad de Buenos Aires

Entre los ejemplares que se pueden encontrar del automovilismo deportivo están a la vista : un modelo Hudson del año 1924 (motor de 6 cilindros de 4736 cc) que fue utilizado por el piloto Ricardo Nasi . Luego, también se puede contemplar la réplica de un Ford A Baquet (de turismo de carretera), y otra Renault 1908. Además hay otras piezas únicas como el Brabham BT (1971) con el cual Carlos A. Reutemann corrió en el campeonato de Fórmula 2 de Europa. 

Quien disfrute de los autos de colección aquí podrá encontrar tanto modelos de carrera como de paseo, increíbles ejemplares antiguos que parecen salidos de una película y que hoy , se venden en muchos lugares ,en su versión de miniatura, en los kioscos de diarios para coleccionar. Un paseo ideal y muy recomendable para darle una vuelta de tuerca a la jornada . 

El Museo del A.C.A. se puede visitar sólo en días de semana, en el horario de 10 a 17 hs con entrada libre y gratuita. 

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