Ignacio Sáenz Valiente recuerda el día en que los empleados del H-D Museum presentaron una idea original para celebrar el día del trabajador: recrear el modelo de las primeras bicicletas H-D que propiciaron el boom de ventas de las afamadas motos.

La pasión de la firma Harley-Davidson ha sido el desarrollar motos con diseños innovadores, versátiles, que combinan lujo y tradición; misión que han cumplido a lo largo del siglo pasado y continúa en la actualidad. Sin embargo, esta pasión arrancó con el diseño de humildes bicicletas que, a modo de señuelo, cumplían la función de captar al público para luego introducirlo en el mundo de las motos.

Utilizando como bandera el concepto de “libertad sobre dos ruedas” desde hace 115 años Harley-Davidson viene pregonando la fórmula del éxito. Una idea que fue introducida poco a poco y se fue instalando en el público que, atraído por la idea de libertad rodante, durante seis años, a partir de 1917, tuvo la posibilidad de experimentar la euforia del movimiento comprando una bicicleta hecha por la Harley.

 Estas bicicletas estaban decoradas como las motos de la compañía y ofrecían su misma calidad excepcional: “un par de ruedas para sentirse orgulloso.” En la actualidad, una bicicleta Harley-Davidson original, que se identifica fácilmente por las letras ‘H-D’ en el plato delantero de la cadena es un codiciado y valioso artículo de colección.

Para que la asociación con sus motos fuese muy clara, Harley-Davidson pintó cada uno de los siete nuevos modelos con una capa de la misma pintura de color verde oliva que se utilizó en 1917 para las motos. La bicicleta modelo 7-17 Special (precio de tarifa original: 35 u$s) tenía el tubo superior del cuadro en ángulo, para conseguir un perfil similar al de las motocicletas. El piñón de acero que tenía la bicicleta -explica Ignacio Sáenz Valiente-, mostraba las letras H-D en la estrella con un brillante acabado cromado. En sus primeros días, las bicicletas Harley eran un producto de gama alta.

Los empleados del Harley Davidson Museum tuvieron una idea singular para conmemorar el día del trabajador este año 2022. Propusieron recrear la antigua bicicleta, con edición limitada y sacarla a la venta. Los fondos recaudados serían otorgados a entidades benéficas.

La manufactura del modelo original recayó en la firma especialista en diseño de bicicletas Heritage. “Harley nos pidió reproducir el original lo más fielmente posible –declaró Mike Salvatore, propietario de Heritage–. Se trataba de un auténtico desafío, porque nos sacaba de nuestro elemento. Esta vez no se trataba de ir a un sótano para recoger un cuadro de bici y pintarlo de verde. Además, fue fantástico trabajar con un cliente como el Museo, que se implicó enormemente en cada detalle del proyecto”.

El proceso de creación de la bicicleta comenzó exitosamente. Se eligió reproducir el modelo 7-17 Special de los H-D Archives, tomando con precisión mediciones exactas de cada una de sus partes: el cuadro original, la cadena y el asiento. Se tuvo particular cuidado en reproducir con exactitud la curva original del soporte del asiento y también el característico ángulo en el tubo superior. “Las bicicletas originales estaban diseñadas para personas de menor estatura, por lo que el marco es compacto y bajo –dice Van Twisk–, director del proyecto. Queríamos que fuera cómoda para adultos más altos, así que modificamos la geometría. En términos actuales diría que diseñamos un cuadro de 52 cm”.

Heritage encargó los componentes del cuadro con tubo de acero Chromoly de calidad superior e hizo una plantilla para montar las piezas del cuadro que había que soldar.Al tratarse de una serie muy limitada, recrear los guardabarros de acero, por ejemplo, supondría un costo muy elevado que encarecería mucho su precio de venta. La firma Heritage logró sortear este inconveniente ya que encontró guardabarros de aluminio con un perfil muy similar. En lugar de las llantas de madera de 28 pulgadas originales, el modelo recreado utilizó llantas modernas de tamaño 700C con neumáticos de caucho marrones de color muy semejante a los neumáticos Firestone originales de color terracota. La potencia y la tija se reemplazaron con componentes modernos.

Los toques finales para un diseño perfecto

Un detalle que fue preciso perfeccionar fueron las distintivas letras del piñón delantero. “Para utilizar el piñón original como modelo teníamos que desmontar la bicicleta original del Museo, cosa que no podíamos hacer. –dice Van Twisk-, “Pudimos sortear este inconveniente utilizando un modelo diseñado a partir de una foto creada con Google Docs. Esta foto fue reproducida mediante una máquina CNC láser y se obtuvo una réplica en acero inoxidable pulido, más duradera que el cromado del original. Otro detalle es que se cambió la cadena por un modelo moderno ya que la bicicleta original utilizaba un tamaño obsoleto de paso de dientes y esto hubo que modificarlo también.

El director del proyecto, además reveló cuál fue el desafío mayor que encontró en el proceso. Van Twisk dijo que recrear la corona de la horquilla de triple platina fue lo más difícil. “No existe nada parecido en el mercado actual, así que tuvimos que construir las platinas desde cero utilizando acero inoxidable pulido”, sostuvo Van Twisk.

Los detalles de la bicicleta se dejaron para el final: por ejemplo el recrear el logotipo de Harley-Davidson en el frontal. “Encontramos uno en eBay que utilizamos como patrón, e hicimos réplicas exactas fundidas en latón, al que aplicamos un acabado envejecido”, dice Van Twisk.

Antes del montaje final, los cuadros fueron pintados a mano por Jeff Williams de King of Paint en St. Francis (Wisconsin), con colores idénticos a las bicicletas originales. “El resultado final fue increíble, una emoción tremenda embargó a todo el equipo al contemplar el modelo terminado”-sostuvo Williams.

Las bicicletas Harley originales fueron un éxito de ventas: 5079 unidades vendidas en las primeras semanas en el mercado en 1917. En 1920 las ventas mejoraron aún más a pesar que las bicicletas representaban solo un 4% del negocio total de Harley-Davidson en Estados Unidos. La crisis se produjo durante la recesión de 1920-21 tras la guerra, la empresa paró la producción de bicicletas y puso un punto final al capítulo de las bicis.

“Para nosotros, el interés no radica sólo en la bicicleta, sino también en poder participar en la conmemoración de un periodo de la historia de Harley-Davidson y del ciclismo –dice Salvatore–. Gerente de H-D. De verdad que espero que estas bicicletas tributo no sean meros objetos de exposición colgados en una pared. Hemos creado una bicicleta para que el propietario pueda conducir y disfrutar”. Nuestro lema de “libertad en dos ruedas”, sigue vigente y al alcance de todos una vez más”-, Finalizó.