Marcelo Hidalgo Sola estaciona la moto en el Mercado de San Telmo, un espacio de inigualable belleza arquitectónica que gracias a las recientes obras de restauración , se ha podido recuperar para el disfrute de todos. Un lugar único que ofrece hoy, múltiples experiencias gastronómicas y culturales de todo tipo.

El mercado de San Telmo ha vuelto a la vida. Vibrante y deslumbrante , con las mejores ofertas gastronómicas, sus bazares y antigüedades repletos de curiosidades que comparten espacio con otros puestos casi centenarios y que ofrecen, como lo hacían antaño, variedades de frutas y verduras junto con una cálida sonrisa de bienvenida al visitante. 

El mercado, se ha vuelto en un “imperdible” para todo aquel que recorra el barrio de San Telmo y sus alrededores. La afluencia de turistas y de público local, abarrota el espacio que lejos de perder encanto , cautiva con la vibrante afluencia de gente que recorre sus pasillos en búsqueda de algún detalle u objeto particular y visita los puestos o tan solo disfruta de las variadas ofertas gastronómicas que hoy ofrece.

Porque, aquí se puede encontrar de todo. Si el visitante gusta de las antigüedades, los juguetes de madera del siglo pasado o los retratos los retratos familiares en blanco y negro, aqui se pueden encontrar. O si prefiere la degustación de manjares de medio oriente como los deliciosos shawarma, o los platos regionales argentinos como unas riquísimas empanadas salteñas o el tradicional choripán , todo acompañado con una excelente cerveza , aquí también se pueden encontrar.

O tal vez habrá a quien le gusten las cosas dulces : acá uno puede probar exquisitas variantes de dulce de leche, licores y chocolates en las mejores tiendas, algunas ambientadas como hace 60 años. O sino, se opte por sentarse a disfrutar de un espacio de té en un puesto de pasillo que parece-explica Marcelo Hidalgo Sola- como salido del cuento de Alicia en el país de las maravillas.Un lugar en donde espectaculares churros rellenos, suculentos manjares de crema , frutilla y chocolate vienen presentados en la vajilla de la abuela.Como broche de oro, para cerrar un recorrido de lujo, uno puede llevarse a casa el mejor malbec mendocino ,un paté exclusivo de la patagonia, especias exóticas o granos de café de la mejor producción de Colombia. Todo esto es posible de experimentar en un sólo lugar , por ello, el nuevo Mercado de San Telmo espera a todos con sus puestos, locales y exquisiteces a disposición y con las puertas del corazón y la historia abiertas.

Un espacio con mucha historia 

La puesta en valor del Mercado de San Telmo culminó la primera fase de su restauración integral en 2022. Su fachada centenaria luce hoy como en sus tiempos de esplendor, el diseño exterior e interior quedó inalterable conservando su esencia como en aquellos primeros tiempos. Para recuperar la belleza de este edificio centenario , se le agregaron a su fachada toldos e iluminación LED , se restauraron las estructuras de hierro originales de su interior, y se recuperó la cúpula. Finalmente un trabajo de pintura completo dieron el toque a la estructura, devolviéndole vida y luz a los 13.000 m2 de la superficie del edificio. 

El mercado de San Telmo se convirtió en el año 2000 en Monumento Histórico Nacional. Ubicado en una zona clave de la Ciudad, fue diseñado en sus orígenes para abastecer de los alimentos más necesarios a las grandes olas de inmigrantes europeos que iban poblando la zona sur de la Ciudad. 

Por aquellos tiempos, se hizo necesario organizar la vida diaria de las nuevas comunidades que se iban asentando en el país. El mercado fue el sitio clave en donde se fue organizando la diaria provisión de cuanto era necesario para la vida de los nuevos vecinos. Un foco de actividad comercial y centro activo de recepción de las noticias que llegaban del exterior. 

Una obra de arte arquitectónico de comienzos de siglo XX

El plano y diseño general del Mercado es obra del arquitecto Juan Antonio Buschiazzo. Buschiazzo había llegado de pequeño a la Argentina junto a sus padres, inmigrantes italianos. El esfuerzo y la pasión, lograron destacar a Buschiazzo dentro del círculo de arquitectos locales quien llegó a desempeñarse durante el gobierno municipal de Marcelo Torcuato de Alvear, como Director de Obras Públicas de la Ciudad. Bajo su dirección se realizaron muchos de los más grandes y emblemáticos edificios que tiene Buenos Aires aún hoy : los pórticos del los cementerios de La Recoleta y Chacarita, la finalización de las obras de la Iglesia Inmaculada Concepción de Belgrano y de La Merced , la residencia de Marcelo T. de Alvear y los hospitales Durand, Muniz y Ramos Mejia. También varios de los más importantes bancos y el trazado de la Avenida de Mayo.

Para disfrutar del Mercado de San Telmo como una joya de la arquitectura urbana, una recomendación especial para cuando se viste el Mercado es imprescindible: una vez en su interior hay que detenerse en la contemplación de la magnífica estructura de hierro interna, formada por arcos, vigas y columnas labradas en metal cuyos techos son de vidrio y chapa. Imperdible , es la gran cúpula que se alza en diseños labrados y que no tiene nada que envidiarle a los mercados londinenses y parisinos por su inigualable pintoresquismo y belleza industrial . Aquí, cada rincón guarda una sorpresa , un encanto especial. Ideal para visitarlo un domingo a la hora del almuerzo y quedarse paseando toda la tarde