Ignacio Sáenz Valiente nos presenta este modelo de lujo, recientemente salido al mercado. Una moto que es evolución para los fanáticos de la aventura en ruta.
Harley Davidson lanzó al mercado un nuevo modelo que dará que hablar. Un cambio radical a la hora de hacerse a las rutas con seguridad, lujo, confort y tecnología. Una Adventure Trail concebida como tal, que ahora renueva el espíritu de la familia Street, rebautizada Sport, con la llegada de la Sportster S.
Una moto que combina el estilo clásico e inconfundible de la marca con líneas modernas y agresivas, incluyendo un tablero completamente digital con conectividad, navegación curva-a-curva , iluminación full LED y con un faro delantero alargado horizontalmente que le dan definitivamente el aspecto de una moto moderna.
Pero la historia no termina allí, porque la moto está cargada de electrónica con acelerador ride by wire, modos de conducción, ABS en curva y varias asistencias al manejo que buscan seducir a un perfil de usuario al que le gusta subirse a este tipo de motos, pero en el siglo XXI. Harley-Davidson también demuestra tener los ojos en el mercado europeo, de hecho el objetivo del motor Revolution Max fue desde el comienzo ser compatible con las normas Euro 5.
Pero además han filmado gran parte del video de presentación en distintos lugares del viejo continente, destacando a Escocia, donde está la casa de los ancestros de la familia Davidson, algo que promete convertirse en un punto de visita obligada para los fanáticos del bar & shield. Pero al mismo tiempo, para demostrar las aptitudes dinámicas de la moto para disfrutar de las curvas, se ha contratado a personalidades como Ewan McGregor y Bea Eguiraun para que luzcan en pista las cualidades del diseño.
Vendrán más variantes en el futuro a completar la línea Sport -explica Ignacio Sáenz Valiente, pero por el momento esta es la única versión y en Estados Unidos sale a conquistar el mercado con un precio inicial de USD 15.000, equivalente a unos treinta mil dólares argentinos. Un valor que para el mercado estadounidense apunta a un amplio segmento. Un americano promedio, amante de la velocidad y de las rutas, puede adquirir esta moto sin mayores inconvenientes. La idea comercial de la compañía vislumbra una clara tendencia a popularizar una categoría de lujo, moderna y dinámica, para hacer la experiencia clásica del Adventure Trail, un placer al alcance de todos los amantes de las motos.
Desarrollada sobre una versión un tanto desinflada del motor Revolution Max 1250T, que entrega 121 caballos de potencia y 125 Nm de torque máximo a 6.000 rpm y con el corte a 9.500 rpm, cuenta con un motor de refrigeración líquida, doble árbol de levas y distribución variable. Conceptos impensados hasta hace poco para la Motor Company.
La evolución en motos que también es revolución
Los más acérrimos fanáticos de las Harley, creen que con este nuevo modelo Sportster S, la compañía está dando un claro mensaje de apertura. Poco a poco, está dejando atrás muchas cuestiones técnicas y de diseño que la han caracterizado y hecho fiel a sí misma durante todo el siglo pasado. Su tradicionalismo, que le permitió conservar sus raíces, se está nutriendo de aires modernos y está mirando a un mercado global con gustos diversos. Es claro que todos los fans de las Harleys, las aman precisamente por este tradicionalismo y nobleza, que parecen transmitir valores fuertes de arraigo en un mundo cada vez más líquido y volátil. Familia, equipo, valores, tradición, amor al trabajo y arraigo, son conceptos que la compañía desarrolla a la par con sus productos, sin embargo, algo nuevo va surgiendo. Hay una adaptabilidad nueva a los contextos globales que el concepto de la Sportster S plantea. Esa idea de ser fuerte, dinámico y a la vez flexible y adaptable, pareciera ser el nuevo concepto que los diseñadores tienen en mente. La moto respira un aire joven, saludable que invita a la aventura, y gira en torno a conceptos como el arraigo y la libertad en paralelo.
Las motos Harley-Davidson y la post-pandemia
La post pandemia arrancó con todo para la familia Harley-Davidson. Una nueva ola que los diseñadores y empresarios han sabido aprovechar. Luego del confinamiento obligatorio, las ganas de rutear y experimentar nuevamente los caminos que sólo la moto puede conquistar, han pegado fuerte en todos los segmentos de los fans, pero especialmente en los más jóvenes. La moto en su diseño tan versátil transmite la idea de superación. Atrás quedó el estancamiento, ahora, a salir al encuentro de la aventura y a reconectarse con el mundo que muchos habíamos dejado atrás por las circunstancias. La Sportster S pareciera nacida de esas ganas de sortear todos los obstáculos, de salir a la aventura con lo mejor que tiene la vida, permitiendo moverse con total libertad entre la marea de gente y gracias a su dinamismo, abrirse camino más velozmente que otras variables ofrecidas en el mercado.
Haciendo un poco de historia para retomar el origen y raíz que de hecho tiene la nueva Sportster S, hay que remontarse a un lejano 1952 para encontrar la primera vez que Harley-Davidson utilizó la denominación Sportster para uno de sus modelos. Una familia de motos que nació con el propósito de competir en un universo custom más mainstream dominado por las marcas europeas y en el que los de Milwaukee no tenían representación.
Fue un éxito desde el principio y desde entonces las Sportster se han convertido en una constante dentro del catálogo de Harley-Davidson. Modelos sencillos, sin grandes alardes, accesibles para cualquier usuario pero con todo el estilo de la marca y un universo infinito de personalizaciones disponibles al gusto del consumidor.
A lo largo de cuatro generaciones principales se ha ido articulando la leyenda del modelo más popular de la firma americana. Los que hemos transitado las cuatro generaciones en persona, podemos dar fe que la evolución es sencillamente brutal. Tanto que nos cuesta ver a esta nueva Harley-Davidson Sportster S como una Sportster, y es que es una revolución de verdad. Creemos todos los fans de Harley –Davidson que esta vez sí que han puesto la vara muy alta, y superar este modelo será realmente otro gran desafío.